“Quien mueve las piernas mueve el corazón”, dejó Josep María Espinàs en la memoria publicitaria, una de sus múltiples facetas, para una pionera bicicleta estática de Cyclostatic. Él hizo ambas cosas, con excelentes resultados: una veintena de libros de viaje a pie por Cataluña y España, por ejemplo (“quizá lo que quede de toda mi obra de aquí a 50 años”), y sacudir el corazón de miles de lectores a partir de los más de 12.000 artículos de prensa (récord de publicación diaria) o de la letra del himno del FC Barcelona.
Comentarios
Si se busca un ejemplo de civilidad, cortesía, constancia y modestia (no falsa, pero sí inmerecida: su prosa no era de la un Pla o un Fuster, pero en un país normal hubiera sido mucho más reconocido) es Espinàs. Aportó no su grano de arena, sino generosos sacos, a casi todas las facetas de la cultura catalana, de la literatura a la canción, pasando por el periodismo escrito y el televisivo. Y no por militancia fanática, como presuponen en las Españas profundas y de sangre de godos que se elabora el gesto de escribir, cantar o hablar en catalán, sino por pura normalidad cultural. Que es también, de hecho, lo que más odia cierta España: un catalán que no siente necesidad de pedir disculpas ni dar explicaciones por su "condición" y que no subordina su lengua a otras ni conoce su tierra con las gafas mal graduadas del "regionalismo bien entendido".
Es de esos a los que la literatura española no considera de los suyos .
Pero no digas que un autor empadronado en Catalunya que escribe en castellano no es literatura catalana...
Tuve todos sus libros de viaje, herencia de mi madre que era una entusiasta. Me reí y disfruté mucho con ellos: más que libros de viajes eran recopilaciones de hechos, anécdotas, sensaciones. Los he regalado a unos amigos por falta de espacio pero me quedé con tres. Muy recomendables.
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fumando pipa y con 95 que cabron
Que titular más macabro no?
Este hombre fue amigo de Cela e hicieron varios viajes juntos.
Siempre saludaba. Una pena