Medir el mundo que nos rodea con el fin de cuantificarlo ha sido una necesidad constante de las sociedades humanas. Sin embargo, alcanzar un consenso relativo sobre las unidades con las que estandarizar esas medidas ha supuesto un camino arduo y tortuoso. La mayor parte de la historia se ha caracterizado por tener centenares de baremos que podían variar entre distintas localidades e, incluso, entre habitantes de una misma población.
Esa historía se cuenta en la novela “La medida de todas las cosas” de Ken Alder, basada en la correspondencia entre los dos astronómos donde descubrió que uno de los astrónomos se equivoco en las mediciones y cuando lo descubrió lo oculto, el error permanecio un monton de años, pero como no voy a hacer spoilers mejor leerosla porque es muy interesante.
Comentarios
Me ha dado un hachazo neuronal pensando que eran vagones.
#1 Me ha pasado igual, leí el titular y pensé, pero qué cojones…
Al medir el metro determinaron que medía un metro.
Esa historía se cuenta en la novela “La medida de todas las cosas” de Ken Alder, basada en la correspondencia entre los dos astronómos donde descubrió que uno de los astrónomos se equivoco en las mediciones y cuando lo descubrió lo oculto, el error permanecio un monton de años, pero como no voy a hacer spoilers mejor leerosla porque es muy interesante.