El último humedal permanente de Doñana desapareció hace una semana y ya no hay agua dulce en todo el espacio protegido. La sequía ha provocado que las aguas no se renueven, pero el daño evitable está bajo tierra, donde el acuífero se vacía esquilmado por los pozos ilegales para regar fresas. Pero no solo los agricultores dañan el frágil ecosistema de Doñana, también la macrourbanización de Matalascañas. Los científicos han demostrado que dos de los cinco sondeos legales que nutren a sus 150.000 veraneantes extraen 121 litros al segundo de agua.
Comentarios
"El egoísmo y la usura acabó con una civilización en el planeta Tierra"
#2 yo creo que la codicia debería ser declarada enfermedad mental y aquellos que la sufran de modo enfermizo encerrados en lo más profundo del universo
#2 Para montar un sistema de crecimiento permanente con recursos limitados hay que ser subnormal, o economista.
#2 lo peor es que estamos destrozando el planeta por dinero y a la mayoría no nos ha llegado nada.
Nos vamos a comer todos los males y ningún beneficio
#6 Destronzado... ¿quiénes? ¿ los países que tienen menos de 2,1 hijos por mujer?
¿tienes alguna manera de controlar el consumo de recursos de 8.000 millones de habitantes?
#7 No creo que los 8000 millones de habitantes mundiales veraneen en Matalascañas.
Aquí seremos menos y tendremos menos hijos, pero aún asínos las arreglamos estupendamente para joder nuestra parcela del planeta.
No se podía saber!
normal, mata las cañas de los juncos de Doñana