El eucalipto en España debería estar tan prohibido como la marihuana o el arbusto de coca. Duras penas de prisión por delito medioambiental a quien lo plante.
El eucalipto, introducido en Galicia hace más de un siglo para abastecer a la industria papelera, se ha convertido en un elemento central de una polémica ambiental. Aunque su rápido crecimiento lo hace rentable para determinados sectores, también genera consecuencias ambientales graves: reduce la fertilidad del suelo, dificulta la regeneración de especies autóctonas y contribuye a incendios forestales de gran intensidad.
Y a todo esto la Xunta intenta seguir negociando con la multinacional portuguesa Altri para joder mi tierra.
Los eucaliptos son una plantación, como las agrícolas pero forestal. Casi ninguna plantación tiene demasiada biodiversidad, salvo algunas de tipo ecológico o regenerativo. Es preciso separar completamente los bosques de las plantaciones de una sola especie a la hora de medir superficies forestales. Aunque las plantaciones de pinos son menos perjudiciales que las de eucalipto, por supuesto.
Y a todo esto la Xunta intenta seguir negociando con la multinacional portuguesa Altri para joder mi tierra.