Hace 5 años | Por MKitus a civio.es
Publicado hace 5 años por MKitus a civio.es

Que un funcionario pierda esa condición solo es posible en casos muy concretos, como una sanción o una condena en firme y la inhabilitación. 524 funcionarios perdieron su plaza así desde 1996 y sus nombres aparecen en el BOE desde ese año. 19 de ellos lo hicieron tras una sanción administrativa -la mayoría por abandono del servicio, esto es, dejar de ir a trabajar. Los otros 505, el grupo más numeroso, perdieron la condición de funcionario tras haber sido condenados.

Comentarios

MKitus

"201 de ellos son policías. De entre los condenados, solo 45 son mujeres (frente a 459 hombres), pese a que estas representan más de la mitad del funcionariado".

Pocos veo durante tantos años.
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¿Cómo se pierde una plaza?:

"Hay cinco formas de perder una plaza: por renuncia, por pérdida de la nacionalidad, por jubilación, por sanciones administrativas o por condena. En este último caso, la sentencia debe marcar la inhabilitación, ya sea absoluta (para cualquier puesto) o especial (para un sector o profesión concreta). Esta última es habitual, por ejemplo, cuando se veta que alguien vuelva a trabajar con menores tras ser condenado por abusos!.

D

500 despidos en 22 años en la mayor empresa de España.
Es decir, para que te despidan tienes que cometer un delito, si eres un inepto, no te pueden despedir

D

#2 un delito muy gordo y mediático o caer mal a alguien.

squanchy

#3 Muy mal le tienes que caer a ese alguien para no solucionarlo con un traslado.

D

#5 El traslado puede ser peor que perder la plaza...

squanchy

#2 Son 22 despedidos por año, es decir, 1 por cada 2 provincias españolas.

t

#2 Tiene un sentido, y es que los funcionarios tengan la suficiente fuerza como para resistirse si sus jefes (políticos) les dan una orden ilegal. Si permites que los echen con cualquier excusa de chichinabo, se va el efecto al garete. "¿Cómo, que te niegas a firmas la licencia de obras de mi amiguete empresario? Pues le veo con poco rendimiento últimamente, Fernández, vaya usted despejando la mesa que voy a convocar unas oposiciones".

Otro tema es que realmente los funcionarios estén ejerciendo la función que tienen (spoiler: ni de coña). Pero aquí lo que habría que hacer es "recordarle" al funcionariado su función mediante condenas chungas no sólo a los políticos que hacen corrupción, sino también a los funcionarios que las permiten y que los pobrecicos "sólo cumplían órdenes".

D

#2 Si los trabajadores públicos ganan más y tienen mejores condiciones laborales, y si las empresas públicas ofrecen servicios más baratos, entonces apliquemos liberalismo económico aquí, y que los españoles elijan decantarse hacia lo público. ¿De esto va el libre mercado, no?

En el sector privado es aún peor: los altos cargos del sector privado se hacen ricos sin trabajar, robando a los cargos de trabajar de verdad. Es decir, no son una, son las dos cosas: ineptos (porque no dan un palo al agua, solo hacen paripés) y delincuentes (porque sus sueldos millonarios los obtienen de robar a los trabajadores vía reparto de la tarta), y sin embargo es imposible despedirlos de la empresa privada (precisamente porque ellos son los propios altos cargos de la empresa privada: es decir, son ellos los que despiden al que no se deja robar).

En esta caricatura de país tenemos esta ridícula forma de pensar de que sin en el sector público las condiciones laborales son mejores y en el sector privado son peores, es el sector público el que debería empezar a explotar y defraudar a sus trabajadores tanto como lo haga el privado, no el sector privado el que debería empezar a tratar a sus trabajadores como mínimo tan bien como lo hace el público.

Es decir, si el sector privado alguna vez hace algo bien, lo ponemos como ejemplo de por qué el sector público debería parecerse al sector privado. Pero si el sector privado hace cosas malas (por ejemplo, explotar a sus trabajadores) lo ponemos también como ejemplo de por qué el sector público también debería ser igual de malo.

En otras palabras, la competencia entre sector público y sector privado es estupenda solo en la medida en que gane siempre el sector privado y el sector privado sea siempre el bueno de la película. A estos defensores de la competencia no les vale que la gente pueda simplemente preferir y elegir las mejores condiciones laborales y las mejores condiciones de precios de los servicios públicos.

Es por esto que los españoles nos merecemos sobradísimamente que la cúpula capitalista fraudulenta nos explote y nos pisotee y nos robe nuestros ahorros y nos precarice salvajemente para ellos poder hacerse inmensamente ricos sin tomarse otro esfuerzo que el de explotarnos y robarnos, porque somos lo suficientemente gilipollas (gilipollas de "que trabajen los gilipollas") para que nos puedan torear con toda la facilidad.