Hace 3 años | Por Thornton a elconfidencial.com
Publicado hace 3 años por Thornton a elconfidencial.com

La comunidad ha vuelto a modificar el umbral de incidencia acumulada que utiliza como uno de los criterios para decidir en qué zonas aplica un cierre perimetral. El umbral utilizado empezó siendo de 1.000 casos por 100.000 habitantes y fue bajando hasta los 400, utilizado por última vez la semana pasada . Ahora utiliza la media de la Comunidad (618)

Comentarios

Thornton

Y ni siquiera cumple los criterios que anuncia (y cambia cada dos por tres). Aquí se puede ver cuantas ZBS superan los 618 de IA (media de la Comunidad) y no se han confirmado. Ejemplos: Villanueva de la Cañada, Villanueva del Pardillo...

comunidadmadrid.maps.arcgis.com/apps/PublicInformation/index.html?appi

D

Estas son mis reglas, si no me gustan tengo otras

mmlv

Nada nuevo, comportamiento habitual de la Mafia pepesuna en Madrid:

-Que hay contaminación, ponemos los medidores en zonas verdes

-Que hay listas de espera interminables en la sanidad pública, cambiamos el criterio para incluir al paciente en la lista de espera

-Que aún así hay listas de espera en sanidad, derivamos al paciente a los amiguetes de la sanidad privada y de paso nos sacamos unos sobres extra

Thornton

#8 ¿No eran Ayuso y los medios de comunicación peperos los que se quejaban en la desencajada de que el Gobierno central adoptaba criterios arbitrarios parar"joder" a Madrid?

D

Un plan perfecto, sin fisuras

anasmoon

#0 Esta información ya está incluida en otra noticia: http://menea.me/21s3p

M

En febrero, cuando el resto de CCAA tengan la situación otra vez controlada y en madriz sigan haciendo cosplays de mad Max con una IA por las nubes la culpa será del gobierno central porque les tenemos manía.

Menos bandera y más país (no necesariamente el partido político)

J

Sobre lo que ocurre en Madrid y otras CCAA se podrían escribir ríos de tinta. El lazarillo de Tormes juega con el pueblo ciego, con quien se deleita en el expolio de lo que es de él, lo público.

Atender al empresario es un imperativo en algunas zonas de la piel de toro, al coste de muchas muertes. Pero no importa, el o la cabecilla, tartamudo o con rostro de Pepona, dirán unas paridas para distorsionar las preocupaciones de la pandemia y hala, que se hable de otra cosa.

Si la inconsciencia de quienes les votaron no tiene límites, el lazarilo menos. Así, el ciego, el pueblo abigarrado por interminables encierros y restricciones, tiene el alivio de la exposición continuada a la sombra de la muerte, sota pretexto de inspirar aire con la boca muy abierta y sin bozales. Y los poderosos se rascarán el vientre, sin culpas ni juicios que señalen el genocidio que ellos han provocado.

Total, la culpa es del anciano, de que no es astuto, de su incapacidad para ver lo que ocurre. Eso dirán, o ya dicen.