Julen espera sentado en la estación de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya de su pueblo, Pallejà, en el centro de la comarca del Baix Llobregat. Sabe que al subir al siguiente tren, le espera un largo trayecto de casi dos horas y dos transbordos. El primero para coger la L1 de metro hasta la parada de Catalunya, y un segundo para coger otro ferrocarril. Toda esta aventura, para llegar a la primera clase de la semana del grado de Sociología, en la Universidad Autónoma de Barcelona. “Normalmente voy en coche, porque la conexión de transpo
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