Por aquel entonces, “cuando aún se podía” Cristóbal y sus compañeros solían visitar a Paco El Joyas todos los viernes a la salida del trabajo. Paco, que tenía menos joyas que deudas a sus espaldas, era el gerente de un humilde bar cercano al parque empresarial de la localidad jienense de Linares. “Nos reuníamos allí, con los amigos, a gastar hígado y dinero”, apunta Cristóbal. Eso era antes del desastre. Hoy, aquella tasca no es más que un sucio local abandonado, y apenas quedan trabajadores en las fábricas de los alrededores.
Comentarios
En Linares y Jaén, en general...Impera el enchufismo a todos los niveles, eso sin contar el catecismo ilustrado de la mayoría de su sociedad.
Si vienen los de la John Deere y montan una factoría de todo tipo de maquinaria agrícola ahí se forran. Y anda que no hay ingenieros y técnicos para contratar a punta pala.
El comentario nº 1 del artículo:
Y como ésta todas las empresas donde a los sindicatos se les ha dado manga ancha para favorecer a sus enchufados, consentir e incentivar hacer el vago, y por supuesto la culpa es de los patronos.
El caso es que éstos quisieron hacer públicos varios videos donde se mostraba la "febril actividad" y claro, no les dejaron....
ciudades como esta tienes unas cuantas y comarcas enteras con el 40% y mas y a 100 kilómetros de Madrid