Nadie sabe a ciencia cierta a cuánto ascendía la fortuna de doña María, la boticaria de Órgiva (Granada) que falleció en octubre de 2008. Nadie salvo sus albaceas, dos sacerdotes. A saber, Francisco José Campos Martínez, juez eclesiástico suspendido en sus funciones, que no cesado, y uno de los doce imputados en el caso de los abusos sexuales que investiga el Juzgado de Instrucción número 4 de Granada, y Juan Carlos Moreno Muñoz, actualmente párroco de San Gabriel de Loja. La boticaria no los nombró herederos de sus bienes.
Comentarios
En serio, ¿A qué esperamos para acabar con estos engañaviejas?
#0 corrige el titular "El lider de los ladrones..."
Con la 'IGLESIA' hemos topado.
Joder..había leído los Ramones...me voy a comer...
#13 Mi cerebro va más rápido que mi vista… "Pero si están todos muertos, no me jodas que el puto Marky se ha quedado con el título de líder."
#14 ..por ahí han ido los tiros...
Pobre mujer. Que poco conocía a esos hdp
#2 A dios (sí, lo pongo en minúscula adrede) rogando y con el mazo dando.
#2 ¿pobre mujer? Creo que no has entendido nada.
#8 Creo entender que la buena mujer dejó a estos dos "curas" como albaceas de su herencia para que la repartieran entre los pobres y los muy hdp se lo repartieron a partes iguales entre tres de ellos en el que incluimos al Román.
Será que con la crisis no han encontrado pobres a quien dar el dinero.
Pero si tienen hasta nombre de cártel colombiano, no me jodas...
Es lo que tiene relacionarse con la mafia.
Quien no se gana su sustento con el sudor y el trabajo debe ser objeto de escrutinio por la hacienda pública.
La Iglesia Católica es un negocio fraudulento, siempre lo ha sido, con el pretexto de una versión de un supuesto dios cuyos clientes potenciales son personas que no usan ni el sentido común ni la razón, más serviles en proporción directa a su falta de justicia.