Hace 9 años | Por Bojan a naciodigital.cat
Publicado hace 9 años por Bojan a naciodigital.cat

Según la mujer, que se enfrenta a 29 años de prisión, las acusaciones son «una rabieta» de la madre de un niño al que castigó «5 minutos sin patio». La mujer negó que mantuviera un "juego secreto» con los alumnos, que se exhibiera desnuda ante él mientras se tocaba y que hubiera a llegado a penetrar con los dedos algunos de ellos. El Ministerio Fiscal afirma que la acusada «con ánimo de satisfacer sus apetencias lúdicas» en alguna de las ocasiones en que acompañó al baño a tres de sus alumnos, todos ellos nacidos en el año 2001 se desnudaba.

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Bojan

Traducción automática de Google:

Una maestra acusada de haber abusado sexualmente de cinco alumnos de tres y cuatro años en dos escuelas de Calafell y El Vendrell, en el Baix Penedès, ha negado los hechos en el juicio que ha arrancado este lunes en la Audiencia de Tarragona. La profesora está acusada de tres delitos de abusos sexuales y de dos delitos de corrupción de menores por unos hechos ocurridos entre 2003 y 2005. Según la mujer, que se enfrenta a 29 años de prisión, las acusaciones son «una rabieta »de la madre de un niño al que castigó« cinco minutos sin patio ». La mujer negó que mantuviera un "juego secreto» con los alumnos, que se exhibiera desnuda ante él mientras se tocaba y que hubiera a llegado a penetrar con los dedos algunos de ellos.

La acusada, Remedio Barrera, una vecina de Calafell de 63 años, trabajó en 2005 como profesora de refuerzo en el CEIP Castillo de Calafell entre el 1 de septiembre y el 1 de diciembre. Durante el mes de octubre, apenas durante unos días, sustituyó la profesora titular en la clase de P-4.

El Ministerio Fiscal afirma que, en este periodo, la acusada «con ánimo de satisfacer sus apetencias lúdicas», y en alguna de las ocasiones en que acompañó al baño a tres de sus alumnos, todos ellos nacidos en el año 2001, «se bajaba su propia ropa -pantalons y calces- y se subía el sujetador, dejando ver sus órganos sexuales mientras se realizaba tocamientos». La fiscalía sostiene que, incluso, durante este periodo y con idéntico ánimo y circunstancias, la acusada «llegó a introducir alguno de sus dedos en el ano» de uno de estos menores.

Con anterioridad, durante el curso 2003-2004 la acusada trabajaba como maestra interina en el CEIP Àngel Guimerà de El Vendrell como tutora de una clase de P-3. El escrito de acusación asegura que durante aquel curso y mientras se encontraba en clase, «mostró sus pechos a dos alumnos de la clase, ambas nacidas en el año 2000, se pintó con lápices de colores u otras sustancias de colores frente a él, haciendo que las niñas les tocaran ».

El Ministerio Fiscal sostiene que, igualmente, cuando acompañó a estas niñas en el servicio, con idéntico ánimo, «en alguna ocasión los exhibía las nalgas desnudas». Además, afirma que, en alguna otra ocasión, «llegó a introducir alguno de sus dedos o algún otro objeto tipo palo en la vulva» de estas dos mismas alumnos.

La denuncia de los presuntos abusos sexuales se produjo en octubre de 2005, cuando la maestra ejercía en Calafell y, a raíz de la aparición de los hechos a los medios de comunicación, se concretaron las denuncias de los otros abusos que se habrían producido un par de años antes en la escuela de El Vendrell.

La profesora lo niega todo y dice que se trata «de atrocidades» inventadas

«Estoy aquí por un motivo que es totalmente falso y por el que, desde hace diez años, estoy pasando una agonía terrible». Así ha comenzado la profesora acusada, Remedio Barrera, su declaración ante el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia de Tarragona. La maestra ha insistido una y otra vez en su inocencia y atribuyó las acusaciones a la «rabieta» de una madre por haber castigado a su hijo «cinco minutos sin patio» por haber tirado al suelo unas fichas escolares.

La profesora ha afirmado que, por norma general, los alumnos iban solos al baño y que sólo se les acompañaba en casos puntuales. Además, aseguró que los aseos suelen tener las puertas abiertas y que están separados del aula por una pared de vidrio, con una franja opaca de un metro de altura para preservar la intimidad de los menores. "No podría haber hecho nada sin que los otros compañeros me hubieran visto", ha insistido.

La acusada ha defendido que siempre utilizaba guantes y toallitas húmedas para limpiar o cambiar los niños si era necesario. En su declaración, negó que bajara los pantalones ante sí ni que subiera la bata, ni que se tocara los pechos en presencia de los menores o que los obligara a practicarle tocamientos. Incluso, la profesora aseguró que solía vestir una bata tipo 'peto' para evitar que algún alumno se pegara el cabello con los botones y ha afirmado que, a pesar de no tener hijos, ha criado como si fueran sus todos los niños con quien ha tratado.

La profesora también ha negado haber introducido un dedo en el ano de un menor de la escuela de Calafell, así como haber introducido varios dedos y un palo en la vulva de dos alumnos de la escuela de El Vendrell, tal como sostienen la fiscalía y las acusaciones. «No había palos en las clases y nunca se me habría ocurrido hacer eso a un niño, no habría sido capaz. Yo no soy una pedófila, sino una maestra, y estoy orgullosa, aunque me he sentido muy dolida por las atrocidades que se han inventado de mí », ha aseverado.

La profesora tenía un «juego secreto» con algunos alumnos

Una de las madres de uno de los alumnos de la escuela de Calafell que habría sufrido abusos por parte de la profesora aseguró durante el juicio que se enteró de los hechos gracias a otra madre. Cuando decidió preguntar a su hijo, éste le confesó que tenía un «juego secreto» con la maestra. Según la madre, el menor se mostraba reticente a explicarle porque si lo hacía «la profesora enfadaría», pero le acabó admitiendo que, durante el supuesto juego, «le veía el culo a la profesora y ella se tocaba los pechos ». Según la madre, los abusos habrían tenido lugar en el baño de la clase ya oscuras, ya que su hijo le dijo que «la luz estaba rota».

Según esta madre, su hijo aseguró que este «juego» sólo lo hacía con la Remedio y, en aquellas fechas, detectó que el menor "no quería ir a la escuela». Además, afirmó que el niño se mostraba «esquivo y agresivo", y afirmaba no recordar qué hacía durante las horas que pasaba en el colegio. La madre admitió que, en un principio, creyó que este cambio de actitud se debía a que hubiera una profesora sustituta, pero que sospechó porque su hijo a menudo llegaba a casa con "golosinas" que le había dado la maestra "porque se había portado bien».

La profesora ha negado rotundamente tener un «juego secreto» con los alumnos y afirmó durante el juicio que, tras el trance que le han supuesto estas acusaciones, «ni que me lo pidieran de rodillas volvería a hacer de maestra». Barrera ha insistido en que «aquella madre me dijo que m'arruïnaria la vida y lo ha conseguido» y aseguró que algunas familias inventarse las acusaciones de abusos sexuales por «tener un buen follón». La acusada ha sentenciado que "la gente que me conoce sabe que no soy capaz de matar a un mosquito" y ha recordado que, en una ocasión, unos de estos padres la increparon, la amenazaron de muerte y resultaron culpables en un juicio de faltas.

La fiscalía solicita penas que suman 29 años de prisión

Según la fiscalía, estos hechos son constitutivos de tres delitos de abusos sexuales y de dos delitos de corrupción de menores. Para cada uno de los delitos de abusos sexuales, la fiscalía solicita la imposición de 9 años de prisión, mientras que para cada uno de los dos delitos de corrupción de menores, solicita un año de privación de libertad. Tras ser denunciada y apartada del centro, la maestra ha apuntado que entró en depresión y que obtuvo la jubilación, por la que mensualmente recibe una prestación de 1.950 euros. El juicio continuará durante los próximos días en la Audiencia de Tarragona.

israelf

Si hubiera sido un profesor con alumnas habría sido hasta portada en los medios nacionales. A ver este caso en cuántos aparece.

Bojan

#4 No solo el sexo de la profesora es determinante en el éxito de la noticia. Imagino que la edad de ella y la de los alumnos también influye. Si fuera un profesor 50 abusando de niñas de 14 lamentablemente tendría más morbo. Esta noticia en sí, da asco. Una señora mayor abusando de niños de 5 cuando los lleva al lavabo.

Eso sí, por mucho que diga la señora que es una rabieta, los hechos descritos no cuadran. Hay varios alumnos agredidos, niños y niñas, de diferentes colegios. La madre de la rabieta no puede tener tanto poder de convicción.

D

Pues mira que conozco alguno que ya intentaba ganarse algún aprobado con una profesora de buen ver, pero no había manera... Encima se jugaba de que se fuese a los padres con la historia.

T

Pues que la justicia decida