El juramento de los Horacios fija la dinámica patriarcal: la condición masculina se define en la razón porque está destinada a lo público y la condición femenina se funda en los sentimientos porque se destina al ámbito de lo privado. Pero junto a la razón patriarcal se pone en marcha una manera de entender el prestigio con poder (la razón, las armas, la ciencia, la técnica, la ley) y el prestigio sin poder (el ángel del hogar, lo poético, la bondad, las humanidades, los sentimientos)...
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También he recordado estos días un grito que oí en la manifestación del 8 de marzo: "Lo baboso es acoso". Una respuesta babosa y falta de respeto me parece esa moda masculina de decir que el mundo debe feminizarse. Ponerse en el lugar del otro no significa dejar al otro sin lugar. Lo acabarán pagando una vez más las mujeres. Cuidado con las propuestas babosas de fundar quimeras en el prestigio sin poder, es decir, en la desigualdad y la separación entre las razones y las emociones.
#4 Esa frase que dice "el mundo debe feminizarse", se puede interpretar de dos formas:
1.- Que el mundo, o el sistema, debe ser femenino (entendiendo que ahora es masculino). Esa interpretación no tiene un sentido positivo, porque si se considera que ahora hay un desequilibrio, el resultado sería otro desequilibrio opuesto.
2.- Que el mundo, o el sistema, debe ser más femenino (entendiendo que ahora es poco femenino). Eso sí que tiene sentido positivo, porque el resultado teórico pasaría por un cierto equilibrio donde ahora no lo hay.
El párrafo que has citado del artículo parece que escoge la primera interpretación, la más simplista y la que menos sentido tiene. De ahí la crítica, fundada pero viciada en origen por una mala interpretación. No creo que los tiros vayan por ahí.
La segunda interpretación se basa en el hecho de que todo es un juego de tensiones, en este caso entre lo masculino y lo femenino; y que para lograr cierto equilibrio no hay que anular el extremo que ahora domina, sino simplemente reducir el exceso de una parte para aumentar el defecto (en sentido cuantitativo) de la otra parte, y con esa búsqueda de igualdad "de pesos" conseguir una mejor representación del equilibrio natural hombre-mujer en la sociedad humana.
... El gran acontecimiento que supuso la Ilustración, el deseo de acabar con las supersticiones y la obediencia a los dioses, cobró una deriva mercantilista, incapaz de ser detenida por sus propias barreras de vigilancia democrática, cuando el poder con prestigio pudo desentenderse de todos los sentimientos igualitarios y fraternales, empeñado sólo en producir, ser eficaz y barajar de la manera más rentable los valores de uso y los valores de cambio, sin responsabilizarse de ninguna de sus consecuencias éticas. Una tragedia, porque las aspiraciones de la Revolución (libertad, igualdad y fraternidad), no son una simple acumulación de deseos, sino un tejido de hilos que no pueden separarse.
(Pintura: 'El juramento de los Horacios': http://wallpoper.com/images/00/28/44/66/classic-art_00284466.jpg)
Juramento de los Horacios
Y yo pensando que hablaba de la conciliación de la vida laboral y familiar
Almudena es la escritora.Él un poetastro metido en miles de chanchullos de premios dados a dedo. Lecciones doy.... La ética es para todo, no sólo para ejercitar de opinador a la moda. No cuela señor Montero. Siga en concursos donde usted sabe de antemano el premiado y luego las lecciones no pedidas.
Saludos.