La forma en la que Julieta canta al desamor no es la habitual: lo hace con esperanza, desde el aprendizaje. Tiene 24 años y, pese a su juventud, ojo, no guarda en su corazón el rencor del rechazo. Al contrario: a través de sus canciones, busca la paz que tan poco abunda cuando se trata de olvidar. Volcánica y delicada a la par, la artista de Barcelona se ha convertido en el faro que alumbra a una multitud dolorida de querer. Lo hace en catalán y español, prestando atención sólo a sus emociones. No le importan la edad ni el lugar, su secreto es
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Y si lo quieres entender, con muy poco esfuerzo y un poco de cultura general, se entiende muy bien.
El problema está cuando no quieres entenderlo.
A felicidade é como a gota
De orvalho numa pétala de flor
Brilha tranquila
Depois de leve oscila
E cai como uma lágrima de amor
La incultura es una tragedia
La repartición entre Aragón y Cataluña se hizo (en parte) a base de usar doncellas catalanas y mozos aragoneses. Los hijos de esos… » ver todo el comentario