El pleno municipal, con los votos de PP, Ciudadanos y PSOE, ha impedido, por aplastante mayoría, que prosperase la moción presentada por Adelante Málaga, la confluencia municipal de Podemos e Izquierda Unida, en la que pedía la retirada de ambos honores (Hijo Predilecto y Medalla de Oro de la ciudad), además de abrir un debate sobre el modelo de Estado que desemboque en un referéndum Monarquía-República.
#2 Si Málaga vota para la jefatura de Estado a delincuentes como Juan Carlos I y a instituciones delincuentes como la monarquía, entonces tiene bien merecidos toda la precariedad, el desempleo y la pobreza que sufra, puesto que está votando también por ellos.
La monarquía como institución es un instrumento para delinquir y posibilitar en la jefatura del Estado la delincuencia contra el Estado, a través de las prerrogativas monárquicas de la heredabilidad de la corona (que implica la no elegibilidad del jefe de Estado, y por tanto impide al pueblo expulsar de la jefatura de Estado al jefe de Estado delincuente a través de unas elecciones democráticas) y de la inviolabilidad, irresponsabilidad e impunibilidad del rey, tanto como rey en la jefatura de Estado como actuando como particular en su esfera privada más allá de la jefatura de Estado, incluido tras la abdicación (lo cual impide que los tribunales de justicia puedan castigar al jefe de Estado delincuente y expulsarle de la jefatura de Estado).
En suma, la monarquía es la institucionalización, blindaje y blanqueamiento de la delincuencia, la no ejemplaridad, la no ética, la no democracia y la no neutralidad.
A un policía también se le entrega una pistola y las pistolas son para matar, pero si ese policía usa esa pistola indebidamente, se le puede procesar judicialmente, castigarle y expulsarle del cuerpo de Policía. A un rey no.
Cuando, tras poner en manos de una determinada persona esa institución instrumentadora y posibilitadora de delincuencia contra el Estado que es la monarquía, esa persona va y efectivamente comete delincuencia (como Juan Carlos I), entonces la reacción racional, lógica e inteligente por parte de la ciudadanía, en particular los políticos, debería consistir en los siguientes puntos:
- En primer lugar, entender que ese jefe de Estado ha delinquido porque se le ha entregado un instrumento para permitirle hacerlo, la monarquía como institución. Por tanto hay que culpar al instrumento, a la monarquía como institución, no a la persona en particular que, puesta como rey y jefe de Estado, lo ha utilizado para delinquir.
- En segundo lugar, reconocer la enorme gilipollez que se cometió al dotar y proveer a la jefatura de Estado con un instrumento para delinquir contra el Estado como la monarquía como institución.
- Y en tercer lugar, abandonar ese instrumento de delincuencia estatal, cambiándolo por otra institución de regulación del acceso y funciones de la jefatura de Estado que permita a los ciudadanos expulsar por votación democrática al jefe de Estado delincuente y que permita a los tribunales de justicia procesar, castigar y expulsar al jefe de Estado delincuente (regulación institucional de la jefatura de Estado esta que denominamos "república").
En definitiva: si un determinado régimen institucional no funciona y tiene fallos, se le cambia por otro mejor, que no tenga esos fallos. Y si la monarquía, por ser un instrumento para delinquir, falla procurando que en la jefatura de Estado haya un jefe de Estado que sea el más cualificado y menos delincuente, entonces se la cambia por otra institución reguladora del acceso, requisitos y funciones de la jefatura de Estado que no cometa ese fallo, es decir, por una república.
Pero lo que es completamente de gilipollas es poner en manos de un jefe de Estado un instrumento para delinquir como es la monarquía como institución, y después cabrearte cuando ese jefe de Estado va y comete delincuencia; no haber regulado la jefatura de Estado con una monarquía.
Y si cometiste el error de convertir la jefatura de Estado en un nido de delincuentes a través de una institución monárquica, entonces al menos reacciona con lógica y racionalidad por el procedimiento de quitar esa institución monárquica y poner en su lugar otra mejor, que no permita al jefe de Estado delinquir, una república.
Que te cabrees con el rey que delinque pero no te cabrees con la monarquía como institución que le permite delinquir ni te cabrees contigo mismo por haber sido tan gilipollas como para proveer a la jefatura de Estado algo tan estúpido como la institución delincuente de la monarquía, en lo único en lo que te convierte es en un completo gilipollas, que es lo que les pasa a los partidos monárquicos de derechas de este país, PSOE, PP, C's y Vox.
, Remedios Ramos, ha sido la encargada de defender una iniciativa en la que se remarca que han quedado en “entredicho” los motivos por los que ambas condecoraciones fueron concedidas el 19 de enero de 1989 durante una visita a la ciudad del entonces monarca: “Su honorabilidad, su actuación ejemplar, contribución al sostenimiento del Estado, la difusión de valores humanos, éticos, democráticos, solidarios o de justicia social”.
Una pena porque estamos hablando de un personaje polémico, cabeza de una familia polémica y con dudas más que razonables sobre su honorabilidad y decencia.
Quién ha visto Málaga y quién la ve... cuesta creer que en Málaga la derecha lleve campeando desde hace tanto. Habría que preguntarse porqué la ciudad más 'roja' haya cambiado tanto.
Comentarios
¿Su objetivo era acercar Malaga al siglo XXI?
#2 Si Málaga vota para la jefatura de Estado a delincuentes como Juan Carlos I y a instituciones delincuentes como la monarquía, entonces tiene bien merecidos toda la precariedad, el desempleo y la pobreza que sufra, puesto que está votando también por ellos.
#7 No sabía yo que en este país había votaciones en este país para la jefatura de estado o la monarquía...
#2 creo que la intención era alejarla del siglo XV
#2 ¿Y de qué serviría mientras tantos malagueños votan al partido corrupto?
Plebeyos ejemplares en ese lugar, el Rey os manda saludos y mientras se nos mea a todos encima
La monarquía como institución es un instrumento para delinquir y posibilitar en la jefatura del Estado la delincuencia contra el Estado, a través de las prerrogativas monárquicas de la heredabilidad de la corona (que implica la no elegibilidad del jefe de Estado, y por tanto impide al pueblo expulsar de la jefatura de Estado al jefe de Estado delincuente a través de unas elecciones democráticas) y de la inviolabilidad, irresponsabilidad e impunibilidad del rey, tanto como rey en la jefatura de Estado como actuando como particular en su esfera privada más allá de la jefatura de Estado, incluido tras la abdicación (lo cual impide que los tribunales de justicia puedan castigar al jefe de Estado delincuente y expulsarle de la jefatura de Estado).
En suma, la monarquía es la institucionalización, blindaje y blanqueamiento de la delincuencia, la no ejemplaridad, la no ética, la no democracia y la no neutralidad.
A un policía también se le entrega una pistola y las pistolas son para matar, pero si ese policía usa esa pistola indebidamente, se le puede procesar judicialmente, castigarle y expulsarle del cuerpo de Policía. A un rey no.
Cuando, tras poner en manos de una determinada persona esa institución instrumentadora y posibilitadora de delincuencia contra el Estado que es la monarquía, esa persona va y efectivamente comete delincuencia (como Juan Carlos I), entonces la reacción racional, lógica e inteligente por parte de la ciudadanía, en particular los políticos, debería consistir en los siguientes puntos:
- En primer lugar, entender que ese jefe de Estado ha delinquido porque se le ha entregado un instrumento para permitirle hacerlo, la monarquía como institución. Por tanto hay que culpar al instrumento, a la monarquía como institución, no a la persona en particular que, puesta como rey y jefe de Estado, lo ha utilizado para delinquir.
- En segundo lugar, reconocer la enorme gilipollez que se cometió al dotar y proveer a la jefatura de Estado con un instrumento para delinquir contra el Estado como la monarquía como institución.
- Y en tercer lugar, abandonar ese instrumento de delincuencia estatal, cambiándolo por otra institución de regulación del acceso y funciones de la jefatura de Estado que permita a los ciudadanos expulsar por votación democrática al jefe de Estado delincuente y que permita a los tribunales de justicia procesar, castigar y expulsar al jefe de Estado delincuente (regulación institucional de la jefatura de Estado esta que denominamos "república").
En definitiva: si un determinado régimen institucional no funciona y tiene fallos, se le cambia por otro mejor, que no tenga esos fallos. Y si la monarquía, por ser un instrumento para delinquir, falla procurando que en la jefatura de Estado haya un jefe de Estado que sea el más cualificado y menos delincuente, entonces se la cambia por otra institución reguladora del acceso, requisitos y funciones de la jefatura de Estado que no cometa ese fallo, es decir, por una república.
Pero lo que es completamente de gilipollas es poner en manos de un jefe de Estado un instrumento para delinquir como es la monarquía como institución, y después cabrearte cuando ese jefe de Estado va y comete delincuencia; no haber regulado la jefatura de Estado con una monarquía.
Y si cometiste el error de convertir la jefatura de Estado en un nido de delincuentes a través de una institución monárquica, entonces al menos reacciona con lógica y racionalidad por el procedimiento de quitar esa institución monárquica y poner en su lugar otra mejor, que no permita al jefe de Estado delinquir, una república.
Que te cabrees con el rey que delinque pero no te cabrees con la monarquía como institución que le permite delinquir ni te cabrees contigo mismo por haber sido tan gilipollas como para proveer a la jefatura de Estado algo tan estúpido como la institución delincuente de la monarquía, en lo único en lo que te convierte es en un completo gilipollas, que es lo que les pasa a los partidos monárquicos de derechas de este país, PSOE, PP, C's y Vox.
, Remedios Ramos, ha sido la encargada de defender una iniciativa en la que se remarca que han quedado en “entredicho” los motivos por los que ambas condecoraciones fueron concedidas el 19 de enero de 1989 durante una visita a la ciudad del entonces monarca: “Su honorabilidad, su actuación ejemplar, contribución al sostenimiento del Estado, la difusión de valores humanos, éticos, democráticos, solidarios o de justicia social”.
No tengo palabras...
De Málaga a Malagón y nos comemos el Borbón..
Una pena porque estamos hablando de un personaje polémico, cabeza de una familia polémica y con dudas más que razonables sobre su honorabilidad y decencia.
Nuestros actos nos definen, Malaga...
Bueno pues si es su hijo de .... predilecto, que le paguen ellos las prostitutas, el caviar y la coca.
Cuando un gobernante no condena un abuso es que lo tolera.
No hay voto suficiente antimonarquico en Málaga.
Quién ha visto Málaga y quién la ve... cuesta creer que en Málaga la derecha lleve campeando desde hace tanto. Habría que preguntarse porqué la ciudad más 'roja' haya cambiado tanto.
...y a los que aniquilaban cuando huían de la ciudad, sin compasión.
No salimos de Málaga y entramos en Malagón...
Sanxenxo deberÏa hermanarse con Málaga para seguir teniendo hijos de esta catadura
Los republicanos del PSOE. Suerte tienen de que a podemos se le vaya la olla con el feminazisme, que si no...