El filósofo está convencido de que, pasada la euforia de la solidaridad para con los refugiados sirios, se cerrarán fronteras y los que queden a este lado sufrirán el ninguneo. Señala que esa aflicción destapa la hipocresía de la opinión pública europea -«hay centenares de Aylanes muertos en las aguas del Mediterráneo»- y la deslealtad de la UE a sus principios fundadores.
Comentarios
Es que para algunos no importa que les exploten como ratas, lo malo es que les dan ayudas para libros.
#0 #1 Noticia de medio AEDE
Al inmigrante y a unos cuantos mas