Hace 1 año | Por --345413-- a elconfidencial.com
Publicado hace 1 año por --345413-- a elconfidencial.com

La inflación interanual subió en febrero al 6,1%, dos décimas más que en enero, según el dato adelantado este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Es decir, la vida es un 6,1% más cara que en febrero de 2022, el mes en que estalló la guerra de Ucrania. El índice de precios de consumo (IPC) se incrementó por segundo mes consecutivo debido, principalmente, al incremento de la electricidad y de los alimentos, según destaca el INE en una nota de prensa. Pero el dato más preocupante es el de la inflación subyacente, que bate...

Comentarios

Record? habra que celebrarlo

T

Pero estamos contentérrimos porque estamos con la menor de Europa, o algo así vendrá a decir alguno.

I

#0 ¿Dupe? Índice de precios de consumo (IPC). Indicador adelantado Febrero 2023

Hace 1 año | Por linspire a ine.es


Aunque esta es mucho más completa, desde luego.

D

#1 Aquello está seco, sin chicha. Esta tiene más jugo.

t

Vaya bajaron el IVA y se notó mucho...

D

Son noticias sin relevancia para la comunidad de meneame.
Increíble el panfleto de página.

D

Se le complica el discurso a Pedro.

D

#4 Trankis, no dejéis que estas noticias aporófobas os hundan la moral. Si queréis un pensamiento positivo que os levante la moral, lo único que necesitáis recordar en todo momento es que vuestros hijos os agradecerán que les hayáis hecho nacer en este país tanto como vosotros lo estáis agradeciendo a vuestros padres.

Esta noticia, si nos atenemos a los altos estándares éticos e intelectuales de la gente súper-ética y súper-lista de Menéame, debe ser considerada aporófoba, además de obviadora de la dimensión cultural, porque, al implicar indirectamente que la pobreza y la precariedad son cosas malas o negativas, está también indirectamente implicando que los padres que hacen nacer a sus propios hijos en la pobreza o en la precariedad están haciendo daño o perjudicando a esos hijos, lo cual a su vez también implica indirectamente que los padres que hacen nacer a sus propios hijos en la pobreza o en la precariedad son malas personas y malos padres, sin inteligencia, lo cual, según la gente súper-ética y súper-lista de Menéame, es aporofobia, incluso aunque esos padres fueran ricos, además de ser obviador de la dimensión cultural, porque el acto de defender los derechos de los niños al bienestar y a no sufrir la pobreza o la precariedad, es equivalente al acto de atacar y criticar el derecho de los padres pobres al bienestar de satisfacer sus propios impulsos biológicos reproductores, familiares y sociales personales; al bienestar de tener pensiones; al bienestar de imaginarse a los ricos cabreados porque a dichos padres pobres no les ha importado hacer nacer a sus propios hijos en la pobreza; y al bienestar de ver a sus hijos disfrutando la pobreza o la precariedad.

Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. (Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible?)

La convivencia en una sociedad civilizada precisamente debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, marcos culturales, y diversidades ideológicas, de opiniones, de preferencias, de criterios progenitores y de principios éticos de cada cual, aunque pudieran no coincidir con los nuestros.

España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los españoles, y nos los tienen que respetar así como nosotros, los españoles, también respetamos las culturas y costumbres ajenas.

Quien es pobre es porque quiere votar capitalismo y monarquía, y quien vota capitalismo y monarquía lo hace porque quiere ser pobre.

No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional.

Y recordad también que cuando hacéis nacer a vuestros propios hijos en la precariedad y en la pobreza, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estéis riendo de ellos.