El diagnóstico es claro: hay que empezar a debatir una nueva Constitución que siente las bases para atajar de raíz la crisis política, económica y ecológica en la que estamos empantanados. Esto no se hace de un día para otro, y sin embargo nada urge más que la refundación de nuestra sociedad a partir de un nuevo marco normativo. Debemos avanzar hacia la reformulación de un Estado en consonancia con los valores de democracia, igualdad, participación y colaboración.
Comentarios
No se van a renovar y o sabéis. Pues lo segundo.
"Tenemos dos opciones: seguir andando en círculos o crear colectivamente un nuevo camino." Estos días lo de andar en círculos no se si tiene doble intención
La constitución debe estar al servicio de los ciudadanos y no los ciudadanos al servicio de una constitución. No se puede encerrar ni detener a un pueblo y el progreso del pensamiento humano en un libro; como si las circunstancias históricas de dicho pueblo, estuvieran tan inertes como el propio libro. El mundo cambia, las sociedades cambian. Los tratados deben cambiar con él, o seremos esclavos de un pensamiento inerte. La vida, la prosperidad de un pueblo y su convivencia pacifica estar por encima deberían ser lo primero para quienes se encargan de gestionar la riqueza que todos generamos con nuestro trabajo.
Artículo muy claro. Las condiciones son otras y hay que iniciar un proceso constituyente antes de que la actual se caiga a pedazos.