Hace 11 meses | Por --703136-- a elpais.com
Publicado hace 11 meses por --703136-- a elpais.com

Hacer la compra ha dejado de ser un acto rutinario. Para unos es un cálculo constante; para otros es un gasto imposible. La Federación Española de Bancos de Alimentos advierte de que las donaciones se han reducido un 12,5% en lo que va de año. Sin embargo, avisan de que el número de receptores de ayuda, tras el periodo anómalo de la pandemia, se mantiene en cerca de 1,3 millones de personas. “Las colas cada día crecen más y con la inflación llega menos comida”

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Os subo esta noticia como otro ejemplo más del tipo de noticia aporófoba que no deberíamos enviar a Menéame, si nos atenemos a los altos estándares éticos e intelectuales sentados por la gente superética y superlista de Menéame, no a la incualificada definición de la RAE de "aporofobia".

Esta noticia, si nos atenemos a esos altos estándares, debería ser considerada aporófoba, además de obviadora de la dimensión cultural, porque, al implicar indirectamente que la pobreza y la precariedad son cosas malas o negativas, está también indirectamente implicando que los padres que hacen nacer a sus propios hijos en la pobreza o en la precariedad están haciendo daño o perjudicando a esos hijos, lo cual a su vez también implica, indirectamente, que los padres que hacen nacer a sus propios hijos en la pobreza o en la precariedad son malas personas y malos padres, sin inteligencia.

Estas implicaciones, pues, de acuerdo con la gente superética y superlista de Menéame, han de llevarnos a considerar la noticia entera como aporófoba, incluso aunque esos padres fueran ricos, además de ser obviadora de la dimensión cultural, porque, aparte de culpabilizar y estigmatizar a todas esas personas superéticas y superinteligentes que, simplemente, ejercen su legítimo, legal y fundamental derecho humano y progenitor de considerar que la pobreza, la precariedad y el subdesarrollo son circunstancias estupendas en las que hacer nacer, y criar, a sus propios hijos, también se considera que el acto de defenderse los derechos de los niños al bienestar y a no sufrir la pobreza o la precariedad, es equivalente al acto de atacarse, criticarse, culpabilizarse y estigmatizarse el derecho de los padres pobres al bienestar de satisfacer sus propios impulsos biológicos reproductores, familiares y sociales personales; al bienestar de esos padres pobres de tener pensiones; al bienestar personal de imaginarse a los ricos cabreados porque dichos padres pobres han hecho nacer a sus propios hijos en la pobreza; y al bienestar de dichos padres pobres de ver a sus hijos disfrutando la pobreza o la precariedad, de acuerdo con sus derechos culturales y progenitores.

Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. (Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible?)

Quien es pobre es porque quiere votar capitalismo y monarquía, y quien vota capitalismo y monarquía lo hace porque quiere ser pobre.

Y es que la convivencia en una sociedad civilizada precisamente debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, marcos culturales, modas, tendencias, y diversidades ideológicas, de opiniones, de preferencias, de criterios progenitores y de principios éticos de cada cual, aunque pudieran no coincidir con los nuestros.

España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los españoles, y nos los tienen que respetar así como nosotros, los españoles, también respetamos las costumbres y culturas ajenas.

Así que trankis, no dejéis que estas noticias aporófobas os hundan la moral. Si queréis un pensamiento positivo que os levante la moral, lo único que necesitáis recordar en todo momento es que vuestros hijos os agradecerán que les hayáis hecho nacer en este país tanto como vosotros lo estáis agradeciendo a vuestros padres.

En efecto, no renunciéis a hacer nacer a vuestros hijos en la pobreza o la precariedad, dejaos llevar por la naturaleza y por el capitalismo, que son sabios, pues vuestros hijos, cuando alcancen la mayoría de edad, a su vez también se volverán defensores del derecho de hacer nacer a sus propios hijos en la pobreza o la precariedad, por lo cual ya no podrán culparos a vosotros de haberles hecho a ellos lo mismo.

No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional.

Además, recordad también que lo que necesita la natalidad (y las pensiones) de este despaís de pobreza, de precariedad, de subdesarrollo, de capitalismo y de monarquía es otro baby boom, motivado en el altruismo y la generosidad progenitores. Vuestros hijos os lo agradecerán tanto como vosotros lo agradecéis a vuestros padres, y vuestros padres a sus padres. Además de que vuestros bolsillos también lo agradecerán, gracias a las pensiones aportadas por vuestres hijes. Que sí, que vendrán crisis, pero quienes vengan detrás que arreen, que para eso os hicieron a vosotros los mismo, altruistamente.

Y recordad también que cuando hacéis nacer a vuestros propios hijos en la precariedad y en la pobreza, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.