Hace 9 años | Por Alzhaid a vice.com
Publicado hace 9 años por Alzhaid a vice.com

Quizás lo más sensato sería reducir los programas electorales a la mínima expresión como propone el Regional Manifestos Project de la Universidad de Deusto, especialmente cuando es la propia Justicia la que confirma que dichos programas no son un contrato, ergo que su validez es cuando menos dudosa. En cualquier caso, lo que parecen mostrar las últimas encuestas es que la ciudadanía no está dispuesta a seguir tolerando estos desmanes: el fin de la hegemonía de los gigantes que gobernaron España durante tres décadas parece cada vez más cercana.

Comentarios

D

Si sólo fuera eso...

A

#1 Ya, en realidad son mil cosas más, pero no deja de sorprenderme el hecho de que un programa electoral pueda incumplirse sin consecuencia legal alguna. Es como si yo firmo un contrato, luego lo incumplo por completo y digo que ¡oiga, la realidad me impidió hacer lo que dije que iba a hacer!

D

#2 Es que hay leyes para hacer valer un contrato, pero no las hay para hacer valer un programa electoral.

Mira, ya tenemos una propuesta para el próximo que venga

Campechano

#2 Yo creo que no es ese el problema. Tú puedes prometer algo y cuando llegues al poder encontrarte sin medios para realizarlo. El verdadero problema es que no hay mecanismos para que el pueblo eche a quien le ha engañado hasta que toque volver a meter el sobre en la urna, y para entonces la gente normalmente ya se ha olvidado. Las mociones de censura y las elecciones anticipadas deberían poder convocarse también por recogida de firmas o algún mecanismo similar

A

#4 ¿qué diferencia crees que hay con respecto a algo ilegal como incumplir un contrato? Por ejemplo, yo gano un concurso público diciendo que puedo construir un puente por diez millones en un mes. Después lo incumplo: tardo un año y cuesta cien millones. ¿Es válido moral y legalmente que diga: «uy, es que me encontré sin los medios necesarios para realizarlo»?

Campechano

#5 Al decir medios me refería a los imprevistos. Es decir que si tú ganas un concurso y luego resulta que cuando empiezas el trabajo lo que te encuentras no es lo que te habían contado al hacer la propuesta puedes perfectamente alegar que va a costar más tiempo y dinero. Con el gobierno es lo mismo, si prometes subir las pensiones un 20% basándote en las cuentas que publica el anterior gobierno y luego resulta que no son ciertas tampoco es culpa tuya el incumplimiento de la promesa. E incluso teniendo medios al inicio de la legislatura puede surgir algún imprevisto que lo impida.

A

#6 Supongamos que mi empresa gana un concurso público para construir un puente en un mes por 10 millones, basándose en que en la licitación se indica que el suelo tiene unas características (firmeza A, por ejemplo). Resulta que después el suelo tenía firmeza B, por lo que mi empresa no tiene los medios para cumplir el contrato en el tiempo y precio establecidos. Si se me denuncia por incumplir el contrato, seré absuelto porque mi propuesta se basaba en los datos que me proporcionaron, que unos peritos podrán atestiguar que eran falsos.

Ahora bien, en el caso del gobierno incumpliendo su contrato programa electoral. Si el gobierno dice que las cuentas públicas del anterior gobierno eran falsas: ¿por qué no publica exactamente cuáles eran dichas cuentas y exactamente cuál es la diferencia encontrada? ¿por qué no publica exactamente en qué cantidad no puede aumentar las pensiones debido a exactamente qué cuentas falsas? Es más, si fuese cierto, ¿por qué no debería pagar legalmente el anterior gobierno las consecuencias de su mentira?