Chris Miller, en su libro Chip War, repasa la historia geopolítica del sector de los semiconductores, pero entre los grandes nombres de la tecnología se cuela una figura insólita: J.R. Simplot, un granjero de Idaho que pasó de fabricar patatas fritas para McDonald’s a convertirse en uno de los principales inversores de la industria de la memoria RAM. Su caso demuestra que el conocimiento de los mercados de materias primas puede aplicarse incluso al corazón de la revolución digital.
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