Hungría ha notificado el primer caso de fiebre aftosa en más de 50 años, en una explotación ganadera del noroeste del país, según informó el viernes la Organización Mundial de Sanidad Animal, citando a las autoridades húngaras. La fiebre aftosa no supone ningún peligro para el ser humano, pero provoca fiebre y ampollas en la boca de rumiantes biungulados como el ganado vacuno, porcino, ovino y caprino, y los brotes suelen provocar restricciones comerciales. El brote, descubierto en la ciudad de Gyor, es el primero de fiebre aftosa desde 1973.
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