Juan Antonio Peinado, usuario de los trenes de cercanías de Renfe, está cansado de tener que esperar horas cada vez que quiere subir al tren para ir de València a Cullera. Desde que sufrió un accidente en el Sáhara, cuando llevaba ayuda humanitaria a los niños, quedó en silla de ruedas y cada vez que necesita desplazarse tiene que comprobar antes que el tren esté adaptado. Ayer llegó a la estación del Nord de València a las 9.30 horas con su bici adaptada enganchada a una silla de ruedas, pero el tren que salía a las 9.40 con destino a Gandia
Comentarios
AEDE / AMI
Esperemos que le tocase un maquinista de buen humor.
Vergonzoso que en pleno siglo XXI en un país occidental un discapacitado aún no pueda subir a cualquier transporte público.
Habría que preguntar a los pasajeros por su opinión.