A pesar de las nuevas condiciones, y de las dificultades que generan los contratos, las cuentas alquiladas siguen vivas entre los repartidores de Glovo. Es un problema que la empresa lleva años intentando reducir, o al menos regularizar. Lo cierto es que la apuesta era que la contratación al menos ayudaría a que algunos de los problemas que han generado se redujeron, como la presencia de trabajadores indocumentados en las flotas que ya les ha generado sanciones, pero estos avisos entre riders siguen allí.
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Pero vamos, por lo leído, aquí también entra la administración. Hay situaciones que ya no puede perseguir una empresa privada. Una vez puesto en conocimiento el uso fraudulento de una cuenta de autónomo, debe ser Trabajo quien actue y persiga al defraudador aportando pruebas que ya solo conoce la administración