Julen y Amaia Rodríguez han puesto en marcha Gravity Wave, un proyecto cuyo buque insignia son estas fundas compuestas en su mayoría por redes abandonadas, botellas de plástico y tapones que se encuentran, por desgracia, en el ecosistema marino mediterráneo. El objetivo de este proyecto, que pretende hacer frente a la “huella de plástico”, quiere ir más allá de los accesorios móviles y aspira a cambiar el mundo.
Comentarios
Un buen proyecto, todo lo que sea reutilizar plástico es un buen avance.
El plástico del Mediterráneo es patrimonio de todos, espero que tengan pensado pagar una buena tasa por él