El EDF, creado para impulsar la «autonomía estratégica» militar de Europa, ha otorgado contratos millonarios a empresas de defensa israelíes. Sus drones y sistemas de vigilancia han sido utilizados en operaciones militares en Gaza, donde organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch han documentado ataques contra civiles. La UE se presenta como mediadora en conflictos internacionales y defensora del derecho humanitario. Sin embargo, su financiación a empresas vinculadas a la ocupación israelí socava su credibilidad.
|
etiquetas: complicidad genocidio , industria armamentisca