Hace 8 años | Por sinanpacha a ultimocero.com
Publicado hace 8 años por sinanpacha a ultimocero.com

El Cerro quedó en manos de los falangistas, que convirtieron el lugar en su particular santuario, una zona sagrada por la que desfilar con sus gallardos uniformes mientras contemplaban la ciudad a sus pies. Y así fue durante años y años: el día 18 de julio, los grupos derechistas de Valladolid tenían como norma reunirse a los pies de la efigie de Onésimo para ofrecerle un homenaje entre cánticos y desfiles; y cuando perdieron poder en las instituciones y fuerza en las calles, comenzaron a organizar razzias de castigo por Valladolid.

Comentarios

Esteban_Rosador

Era el segundo monumento más grande en homenaje a los fascistas españoles, después del valle de los caídos. Han pasado 40 años desde la muerte del dictador asesino. Esta es la transición modélica que nos han vendido.

Ze7eN

#2 Pues por aquí me están diciendo que este señor no era franquista, que era un revolucinario lol

Todo listo para la retirada de un monumento franquista de Valladolid a Onesimo Redondo/c3#c-3

D

#4 ¡No jodas! fascista, pistolero, maton y asesino cualquiera de estos le sienta mejor aunque era todo esto en conjunto.

sinanpacha

Y por cierto: entre quienes acudían a esas reuniones falangistas, de camisa azul, brazo en alto y porra en ristre estaba el actual senador del PP por Valladolid, Alberto Gutierrez: http://www.publico.es/politica/fundacion-francisco-franco-recuerda-senador.html

F

A mí, personalmente, me hubiera gustado que la mayoría de estos "monumentos", hubieran seguido en pie... pero "reconvertidos". Es decir, en vez de usados para elogiar a dictadores para hacernos recordar nuestra historia y entender que nunca debería repetirse algo así.
Lo que han hecho en Alemania con Dachau, por ejemplo.

D

Yo viviría feliz con separación de poderes y estatuas de Hitler y Mussolini por todos lados que nos recordaran que ellos accedieron al poder del Estado a través del mismo sistema proporcional de ratificar listas que hoy tenemos en España. Pero yo es que estoy bien de la cabeza, me gusta que se pueda controlar al poder y rechazo la demagogia.