Podría parecer que no está pasando nada especialmente relevante en la escena internacional, teniendo en cuenta el relativo estancamiento de la evolución del precio del petróleo Brent durante las últimas semanas. En realidad es todo lo contrario: está produciéndose toda una revolución que pasa desapercibida a la mayoría de los analistas económicos, es decir, aquéllos que sólo miran la evolución de los precios sin intentar entender qué hay detrás, el derrumbe de ese gigante con los pies de barro que es la llamada revolución energética de EE.UU.
Comentarios
Pero que no os quepa la menor duda de que el capitalismo funciona
¿Tenemos que rescatar a las petroleras también?
Al final estos capitalistas van a acabar en una economía planificada como la de la URSS, ya veréis.
#1 Hace poco escuché que después del rescate a la banca, Estados Unidos sacó una ley para evitar en el futuro que el estado tuviera que rescatar de nuevo a los bancos u otras empresas. Pues resulta que hace cosa de tres meses Obama cambió esa ley para que las compañías petroleras y sus acreedores sí puedesen ser rescatadas. Algo se olían.
He buscado la noticia pero no la he encontrado.
Todo esto pasa por la alta permisividad en las operaciones empresariales enormemente apalancadas en deuda: en cuanto el business plan no se cumple, los problemas, graves por la enorme deuda, aparecen.
y hala, si las entidades financieras vuelven a tener problemas por estas financiaciones, los bancos centrales y los obligaods contribuyentes saldran al rescate
El caso es que no veo que el que el precio del barril se estanque repercuta en los bolsillos de los consumidores. En menos de dos semanas, en la zona en la que resido el litro de diesel ha subido 20 céntimos.
#4 cuando baja el petróleo aducen que la gasolina que tienen es anterior a esa bajada y que no se nota tanto por los impuestos que tiene. Cuando sube un poco la subida es instantánea y mayor.
Lo que está claro es que España sin petróleo propio y teniendo tan buenas condiciones para la energía renovable debería ponerse las pilas. (Mierda de dirigentes tenemos)