Estados Unidos y México están separados por una frontera de 3145 kilómetros. En el Parque de la Amistad, un pequeño tramo de unos 15 metros, las familias pueden tocarse con las yemas de los dedos a través de una valla de acero. Allí llegan cada fin de semana familias separadas por las políticas migratorias que alcanzan a rozarse los dedos y verse por primera vez en años, a veces incluso décadas. Donald Trump y Ted Cruz proponen cambiar la valla por un muro de hormigón.
Comentarios
Toda la historia del reportaje me ha impresionado, pero el caso que cuentan al final me parece una prueba definitiva del despropósito de las políticas migratorias que se aplican. Ser "deportado" a un país que nunca pistaste...
#5 Lo entiendo, pero no acepto que uno se la juegue sin aceptar unos riesgos y unas consecuencias.
Lo que me fastidia es lo fácil que parece todo y lo difícil que acaba resultando al final. Te venden que emigres cuando muchas veces podrías luchar igual en tu propia tierra.
El efecto llamada del "vente a Alemania Pepe" para acabar explotado porque a alguien se le olvidó decir que el Mercedes que llevó al pueblo aquél año era alquilado.
Cualquiera diría que no pueden cruzar la valla para volver...
#2 Pues obviamente los irregulares no pueden volver. Salvo que sea para quedarse. En cuanto a los regulares, supongo que sabes que, igual que en España, hay un plazo de varios años en que no puedes viajar a tu país de origen, o deja de contar el tiempo de estancia en el país para conseguir la residencia definitiva, o incluso se puede anular tu permiso de trabajo, aunque sea una visita corta.
#3 Ah ya... que se autolimitan ellos mismos después de haber burlado la ley.
Que susto, por un momento pensé que estaban en EEUU obligados.
En serio. No me gusta ese rollete sensiblero. Muchos inmigrantes legales pasan por lo mismo, sin poder volver a su tierra por su situación laboral, pero sin tanto "teatro".
#4 La noticia no dice que sean todos irregulares. Seguramente haya de ambos tipos. Creo que el plazo en que no puedes salir y volver a entrar, aún con todo en regla, es de 10 años. Imagina que te has ido sin tu marido/mujer o tus hijos, para mandarles pasta y un día reunirlos o lo que sea, y que sabes que tienes que pasarte todos esos años sin ver a tu familia más que por el skype... si puedes pagar la conexión o el locutorio. O que te dicen que tu madre se está muriendo y no puedes ir a verla.