El nuevo método electroquímico podría suponer un importante giro en la industria siderúrgica, una de las que más contamina y emisiones dispara a la atmósfera. Investigadores de la Universidad de Oregón han descubierto una técnica con reactivos muy baratos: agua salada y óxido de hierro, al que se convierte en hierro e hidróxido de sodio. Por otro lado, el cloruro de sodio (sal común), se convierte en cloro. Ambos lados del reactor se separan por una membrana semipermeable que permite que los iones con carga positiva fluyan.
|
etiquetas: hierro , siderurgia