Hace 6 años | Por Peter_Feinmann a youtube.com
Publicado hace 6 años por Peter_Feinmann a youtube.com

"El hombre hecho a sí mismo: mi año disfrazado de hombre es un libro escrito por la periodista Norah Vincent, que relata un experimento de 18 meses en el que se disfrazó de hombre - "Ned"- y luego se integró en lugares tradicionalmente sólo para hombres, como una liga de bolos y un monasterio. Ella describió esto como "un proyecto humano" sobre el aprendizaje. Ella dice al principio que es lesbiana pero no transgénero".

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Peter_Feinmann

El experimento de Norah Vincent y el privilegio social de las mujeres
http://meristation.as.com/zonaforo/topic/2161054/
La activista feminista y lesbiana Norah Vincent realizó un experimento: se hizo pasar por un hombre durante 18 meses para estudiar las diferencias entre los privilegios sociales de hombres y mujeres y quienes disfrutan de mayores ventajas. Su conclusión, en el libro que publicó sobre este experimento ("Self-Made Man"): las mujeres disfrutan de mayores privilegios sociales.

En su libro A SELF MADE MAN (2006, Penguin), Vincent comparte su transformación y, lo más interesante, sus no poco perturbadoras conclusiones sobre la cada vez más amplia brecha que separa a los unos de las otras. Como representante de lo que ella denomina una doble minoría (mujer/lesbiana), asumió que esta investigación le permitiría básicamente disfrutar las prerrogativas de pertenecer a una doble mayoría (hombre/blanco): desde sentarse con las piernas abiertas hasta caminar sin miedo por la calle. Pero, paradójicamente, comprobó que es más fácil que un camello conquiste el corazón de una heterosexual que un chico gane el cielo de una dama: "Salir con chicas, como hombre, fue una lección del poder femenino y me convirtió, entre otras cosas, en una misógina temporal. Vi mi propio sexo desde el otro lado y por eso mismo me disgustaron irracionalmente las mujeres: su superioridad, sus sonrisas acusatorias, su potestad de escogerme o aplastarme con un solo gesto".

Vincent reconoce que su decepción se debe, en gran parte, a los prejuicios que ella misma tenía antes de embarcarse en este proyecto: no esperaba gran cosa de los hombres y, en cambio, albergaba enormes expectativas respecto a sus hermanas. Sin embargo, a lo largo de varias citas, la mayoría de ellas desastrosas, experimentó en carne propia lo brutales que podemos ser las mujeres cuando un pata no satisface nuestros estándares ("me trataban como si fuera un producto de mala calidad en el supermercado", y lo insignificante que puede sentirse un hombre bajo la implacable lupa de una potencial pareja sexual o romántica ("Sometidas a presiones emocionales, las chicas no se comportan mejor que los hombres, los siglos de opresión no han hecho a las mujeres moralmente superiores".



Añado más que he encontrado por ahí:

En una entrevista para 20/20 relata que su experiencia con los hombres de la liga de bolos volvieron patas arriba algunas de sus ideas más arraigadas, como aquella de que los hombres son ásperos y excluyentes y las mujeres cálidas y acogedoras.
"Quiero decir, fue la emoción más grande poder estrechar las manos de esos tipos, y yo me sentí tan cómoda como podía sentirme desde el primer momento. Ellos simplemente me aceptaron... sin hacer preguntas", dijo ella.

Más adelante describe su experiencia como "infernal" después de visitar varios clubes de strippers con un amigo:
"Vi a los hombres allá. Vi la expresión en sus caras. Por supuesto que no tiene nada que ver con la apreciación de las mujeres. Tampoco tiene que ver con la apreciación de su propia sexualidad. Tiene que ver con un impulso... y realmente no es siempre tan placentero".
Los clubes donde bailan mujeres desnudas, dice Vincent, lo que se ve es puro impulso sexual, completamente desprovisto de cualquier interacción significativa ni aún siquiera cuando una mujer está dando vueltas sobre tus piernas. "De un golpe pude ver la diferencia entre la sexualidad masculina y la femenina. La sexualidad femenina es mental... para un hombre es un impulso".
"En su esencia, es una funcion corporal. Es una necesidad. Es un impulso tan poderoso y yo pienso que debido a que nosotras [las mujeres] no tenemos testosterona en nuestros sistemas, nosotras no entendemos qué tan difícil es eso".


Vincent tambien se interesó en el arte de cortejar y seducir mujeres. Rápidamente le fue recordado que en esta arena son las mujeres las que tienen el poder. "De hecho, nosotras nos sentamos allí y con sólo una palabra 'no', nosotras aplastaremos a alguien. No tenemos que hacer la parte donde alguien tiene que cruzar el salón y va hacia una persona extraña con la que nunca se ha juntado y en medio del lugar lleno de gente decir las primeras palabras. Y esas primeras palabras son tan difíciles de decir sin sonar como una bola de queso o como un imbécil".

Al final y luego de sus experiencias con el grupo de terapia y como aprendiz en un monasterio, Vincent concluye que "los hombres están sufriendo. Ellos tienen problemas diferentes a los que las mujeres tienen, pero no los tienen mejor. Ellos necesitan nuestra compasión. Necesitan nuestro amor y quizás se necesitan entre sí más que cualquier otra cosa. Ellos necesitan estar juntos".

D

#1 lo que no conocio ya que era realmente mujer ,
es la violacion de los chicos a esas chicas que dice que les hacian reproches
cuando les mentian a ellas para follar y luego las dejaban abandonadas con el bombo...
NO vale nada este libro ya que ella era realmente una mujer y nunca actuaba como un hombre con una mujer asi que desconocia un monton de razones por ls cuales las chicas hacian lo que hacian
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la cara oculta del machismo abusador es que lo hacen por complejos y por eso prefieren controlar y la violencia = falta de empatia humana hacia las mujeres
Vale mas la empatia la asertividad para no controlar ni que te afecte tanto lo que te digan dandote cuenta cuando es justo y no por que se desarrolla autocritica dialogo escucha etc al tener empatia

Yomisma123

Tengo una amiga que fue a un taller sobre identidad sexual, transgénero, etc.
Una de las "prácticas" que hicieron fue transvestirse y salir a la calle vestidas de hombre.
Dice que fue una experiencia bastante fuerte.
Que vas pisando más fuerte, con más energía porque los zapatos de caballero tienen más peso y caminas de forma diferente.
Que caminando por la acera, si venía una chica de frente, se apartaba (y ella se dió cuenta de que ella también actuaba así, cediendo el paso)
Contaba anécdotas bastante curiosas y recomendaba mucho lo de ponerse en la piel del otro

D

A veces tengo la sensación que todo este enorme carajal que han montado cuatro feminazis (y que perjudica enormemente a la mayoría de las mujeres razonables y sensatas) tiene mucho que ver con sucesos como la tremenda majadería catalufa con lo del nacionalismo.

En algún momento alguien que se siente víctima de algo (ni siquiera tiene que serlo verdaderamente, basta con sentirse inferior, minusvalorado, apartado o simplemente ignorado) proyecta su rabia interna, su furia contra el mundo... en un movimiento "contra". Dado que la mayoría de la gente es muy manipulable, basta con algunas soflamas con visos de verosimilitud para que el rio empiece a fluir.

Y luego es realmente dificil pararlo, aunque ya no sea agua sino lodo lo que lleva.

¿Que las mujeres han estado en segundo plano en la historia? No, siempre han sido cuidadas y mantenidas por el hombre, porque de ellas dependia la pervivencia de la especie; no se les exigía más que el papel de madre y cuidadora. No se les pedía luchar, defender, cazar, matar, gestionar o planificar... no era su trabajo. Como al hombre no se le pedía parir, cuidar o curar.

Sin embargo, algunas mujeres han decidido que quieren los supuestos oropeles que envuelven a la masculinidad... pero parecen rechazar las esclavitudes que conllevan. Este reportaje (y otros parecidos) abren los ojos a una realidad que algunas mujeres parecen no acabar de entender bien.

Muchos hombres no estamos a gusto con el papel que debemos desempeñar (o sí) pero lo aceptamos porque es lo que nos corresponde. Luchamos por nosotros mismos y por los nuestros... o nos suicidamos si no somos capaces de conseguir lo que se nos exige. Puede que no seamos tan listos, en realidad; puede que no seamos más que borregos, en realidad. Puede que no sirvamos para nada más elevado, en realidad. Pero no tengo la sensación de ser un privilegiado si me comparo con algunas féminas, en realidad.

Por otra parte, la mejor forma de demostrar que efectivamente estás al mismo nivel, es haciéndolo. Es simple, es sencillo, es fácil de entender. Si quieres estar en el grupo de cabeza, no puedes exigir que los primeros detengan su ritmo; debes pedalear el doble de fuerte. Si no te gusta, no eres capaz o no quieres... quizá estés demostrando que puede que no valgas para ello.

Por eso a muchas mujeres exitosas se las respeta sin cortapisas... y a muchas mujeres "de cuota" se las ningunea sin pudor. Probablemente.

D

¿Actualidad?
Ah, claro, actualidad, política, sociedad, sí.