La victoria de Donald Trump sobre Hillary Clinton en las elecciones presidenciales de 2016 fue analizada como una consecuencia directa de la política identitaria llevada a cabo por la antigua secretaria de Estado, que fraccionó el voto demócrata e impulsó al electorado obrero blanco a decantarse por el magnate. Sin embargo, esta retórica identitaria lleva presente en el país más de cuatro décadas y su futuro, así como el del Partido Demócrata, es una incógnita.
Comentarios
#4 Puedes tirarlo en una urna, el régimen va a seguir siendo el mismo eches lo que eches.
#7 Totalmente de acuerdo. ¡Salud!
Y junto con ellas, un país de ofendiditos.
Género, orientación sexual, identidad de género o etnia no pueden entenderse como partículas separadas entre sí, como luchas identitarias separadas. Si la igualdad en Estados Unidos aspira a convertirse en una realidad, los políticos deben apelar a las necesidades del pueblo en su conjunto respetando sus diferencias y preservando su diversidad, así como garantizando sus derechos compartidos.
Vaya, conque el wasp supremacista tiene más votos de blancos que de otras etnias... Qué misterio...
Eso sólo puede ser culpa de alguien que no lo haya votado. En Menéame sabemos que la gente que vota la ultraderecha sólo lo hace porque es obligada a punta de pistola por políticos progres.
#3 Antes de votar a los progres me corto el brazo y lo tiro por el retrete.
#3 Y dale, "todo el que no me gusta es una nazisupremacistaodiagatitoscomeniños"
Repetid conmigo: Ser conservador no te hace nazi, ser de derechas no te hace nazi.
Pero vosotros seguid, que ya hemos visto en cada proceso electoral que bien está funcionando lo de llamar nazi a dios y a su madre.
Primero vaciáis las palabras de todo significado y cuando vienen la extrema derecha de verdad, la gente ya está tan harta del "que viene el lobo" que ya no presta atención.
#5
que bien está funcionando lo de llamar nazi a dios y a su madre
Lo dicho, la gente vota a la extrema derecha sólo porque otros señalan a la extrema derecha. Lo curioso es que a la extrema derecha siempre se le ha llamado "extrema derecha" cuando se le ha votado y cuando no...
cuando vienen la extrema derecha de verdad
Ah, usted disculpe, que aún no ha llegado. Pues nada, sentémonos a legitimamar actos como el de que Trump defendiese abiertamente al KKK durante los sucesos de Charlottesville que cuando venga la extrema derecha "de verdad" ya nos avisas tú.
Pero ten cuidado, porque cuando quieras avisar de que "viene la extrema derecha de verdad" te verás rodeado de gente que haya normalizado, mass media mediante, todo lo que a ti te indigne y te llame alarmista, te eche en cara tu falta de criterio a la hora de etiquetar a la "extrema derecha" y te acuse de favorecer su ascenso.
La tele ya nos ha enseñado que la extrema derecha tiene cuernos y huele a azufre y que la democracia se defiende sola. Así que échate a descansar, que cuando venga la extrema derecha "de verdad" sabrás reconocerla.