Me han preguntado en repetidas ocasiones sobre el escándalo de la compra fallida de Renfe, que algunos han denominado “incompetencia inimaginable” y que ha resultado en varias dimisiones de alto nivel. En realidad, este es un verdadero escándalo aunque no uno monumental, y Pardo de Vera (ex directora de ADIF) no tiene la culpa; lo que aquí se demuestra es tanto una cultura de la responsabilidad como un cierto grado de politiqueo.
Yo no entiendo todavía cómo pueden funcionar Renfe y ADIF. Necesitarían un reajuste de los altos cargos que llevan muchísimos años demostrando su incompetencia técnica y haciendo funcionar mal ambas empresas. Todavía no hemos podido asimilar el accidente de Alvia, y es muy fuerte lo que han descubierto algunos informes. No ya que se hubiera podido evitar con los obligados automatismos, sino que esa curva antes de la alta velocidad estaba mejor señalizada.
Ya que no quepan los trenes parece cosa menor, siendo gravísima, por más que se disimule ahora por la empresa fabricante (que un día por tí...)
Comentarios
Yo no entiendo todavía cómo pueden funcionar Renfe y ADIF. Necesitarían un reajuste de los altos cargos que llevan muchísimos años demostrando su incompetencia técnica y haciendo funcionar mal ambas empresas. Todavía no hemos podido asimilar el accidente de Alvia, y es muy fuerte lo que han descubierto algunos informes. No ya que se hubiera podido evitar con los obligados automatismos, sino que esa curva antes de la alta velocidad estaba mejor señalizada.
Ya que no quepan los trenes parece cosa menor, siendo gravísima, por más que se disimule ahora por la empresa fabricante (que un día por tí...)
Pardo de Vera es la última responsable de lo que pasa en ADIF. Si es para dimitir o no es discutible, que tiene la culpa no tiene discusión