Dos personas que se presentaron a la convocatoria ordinaria, ostentando cargos de responsabilidad en un hospital de las islas, se les pospuso la prueba al afirmar que padecían una crisis de ansiedad. Consideran que lo sucedido supone una ventaja para los propios cargos de la Administración, lo que "constituye un abuso de poder manifiesto, pues, según las bases, a la convocatoria extraordinaria sólo pueden presentarse opositores que no pudieron asistir a la ordinaria y lo avisaron con tiempo".