Un cómico califica a Puerto Rico de "isla flotante de basura" en un acto en Nueva York. Si Donald Trump recupera la Casa Blanca, su mitin en Manhattan se interpretará como un golpe maestro publicitario, absorbiendo todo el oxígeno de la cobertura electoral en el penúltimo fin de semana, cuando las encuestas están en punto muerto y los nervios están a flor de piel. Si pierde, puede que se recuerde como su última aparición pública masiva.
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