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Traducción realizada con la versión gratuita del traductor www.DeepL.com/Translator
Historia por Michael Birnbaum
Un funcionario del Departamento de Estado que trabajaba en transferencias de armas a potencias extranjeras dimitió el miércoles por la gestión de la administración Biden del conflicto en Israel y Gaza, declarando que no podía apoyar más ayuda militar estadounidense a Israel y calificando la respuesta de la administración de "reacción impulsiva" basada en la "bancarrota intelectual".
El funcionario, Josh Paul, era director de asuntos públicos y del Congreso en la Oficina de Asuntos Político-Militares del Departamento de Estado, que se ocupa de las transferencias de armas. Su marcha supone una rara muestra de malestar interno por el firme apoyo de la administración a Israel, el aliado más cercano de Estados Unidos en Oriente Próximo. En términos más generales, fue una inusual muestra pública de disidencia dentro del aparato de política exterior del Presidente Biden, que ha trabajado para evitar que tales expresiones de frustración salgan a la luz.
Paul llevaba más de 11 años en su puesto, que coordina las relaciones con el Congreso y los mensajes públicos de una oficina clave que se ocupa de la ayuda militar. Dijo que no podía consentir continuar en un trabajo que, según él, contribuía a la muerte de civiles palestinos.
Paul afirmó que la sólida ayuda militar estadounidense a Israel estaba dando de hecho luz verde al país para hacer lo que quisiera contra Gaza, sin tener en cuenta el número de víctimas civiles. El gobierno israelí ha declarado que planea destruir a Hamás y ha dicho a los residentes de la ciudad de Gaza y del norte de Gaza que se desplacen hacia el sur, una petición que los observadores de la ONU han declarado que creará un desastre humanitario.
El Departamento de Estado se negó a hacer comentarios, citando la política de discutir asuntos de personal. El Secretario de Estado, Antony Blinken, ha pasado la última semana recorriendo Oriente Próximo en un intento de crear apoyo regional al derecho de Israel a defenderse y evitar una guerra regional, pero también de presionar a Israel para que respete las preocupaciones humanitarias en Gaza.
Biden, de visita en Israel el miércoles, declaró que Estados Unidos "va a estar con vosotros". Pero instó a los israelíes a distinguir entre palestinos y Hamás, y a minimizar las víctimas civiles.
"La gran mayoría de los palestinos no son de Hamás", dijo. "El pueblo palestino también está sufriendo mucho".
Paul dijo que se había encontrado con otros dilemas mientras trabajaba en asistencia militar dentro del Departamento de Estado, pero que siempre había sentido que podía "torcer las cosas en la dirección correcta". No así esta vez, que fue la principal razón por la que dimitió, dijo.
"No hay cuestionamiento en este caso. No hay espacio para la disidencia sustantiva dentro del sistema. Y eso es lo que me llevó a tomar mi decisión", dijo. Dijo que no hubo ningún momento precipitante que le llevara a dimitir el miércoles, sino simplemente la sensación de ser partícipe de una serie de decisiones con las que no estaba de acuerdo y en las que se sentía impotente para influir.
Aunque la Oficina de Asuntos Político-Militares del Departamento de Estado también ha desempeñado un papel importante en las transferencias de armas a Ucrania tras la invasión rusa del año pasado, la formación académica y la carrera de Paul se han entrelazado durante mucho tiempo con Israel y los territorios palestinos. Escribió su tesis de máster sobre la lucha antiterrorista israelí y los derechos civiles, y trabajó en Ramala, Cisjordania, en la gobernanza del sector de la seguridad con la Autoridad Palestina. Y, en su carta de dimisión, dijo tener "profundos lazos personales con ambas partes del conflicto".
Paul dijo que había pasado la semana pasada de baja planificada de antemano, lo que le dio más espacio para observar lo que ocurría desde fuera y contemplar su decisión. Desde que anunció públicamente su dimisión en una declaración de dos páginas colgada en LinkedIn, dijo que había recibido muchas muestras de apoyo de colegas del Departamento de Estado.
"Lo que he oído es: 'Gracias', 'Estamos contigo', todo ese tipo de cosas", dijo.
Historia por Michael Birnbaum
Un funcionario del Departamento de Estado que trabajaba en transferencias de armas a potencias extranjeras dimitió el miércoles por la gestión de la administración Biden del conflicto en Israel y Gaza, declarando que no podía apoyar más ayuda militar estadounidense a Israel y calificando la respuesta de la administración de "reacción impulsiva" basada en la "bancarrota intelectual".
El funcionario, Josh Paul, era director de asuntos públicos y del Congreso en la Oficina de Asuntos Político-Militares del Departamento de Estado, que se ocupa de las transferencias de armas. Su marcha supone una rara muestra de malestar interno por el firme apoyo de la administración a Israel, el aliado más cercano de Estados Unidos en Oriente Próximo. En términos más generales, fue una inusual muestra pública de disidencia dentro del aparato de política exterior del Presidente Biden, que ha trabajado para evitar que tales expresiones de frustración salgan a la luz.
Paul llevaba más de 11 años en su puesto, que coordina las relaciones con el Congreso y los mensajes públicos de una oficina clave que se ocupa de la ayuda militar. Dijo que no podía consentir continuar en un trabajo que, según él, contribuía a la muerte de civiles palestinos.
Paul afirmó que la sólida ayuda militar estadounidense a Israel estaba dando de hecho luz verde al país para hacer lo que quisiera contra Gaza, sin tener en cuenta el número de víctimas civiles. El gobierno israelí ha declarado que planea destruir a Hamás y ha dicho a los residentes de la ciudad de Gaza y del norte de Gaza que se desplacen hacia el sur, una petición que los observadores de la ONU han declarado que creará un desastre humanitario.
El Departamento de Estado se negó a hacer comentarios, citando la política de discutir asuntos de personal. El Secretario de Estado, Antony Blinken, ha pasado la última semana recorriendo Oriente Próximo en un intento de crear apoyo regional al derecho de Israel a defenderse y evitar una guerra regional, pero también de presionar a Israel para que respete las preocupaciones humanitarias en Gaza.
Biden, de visita en Israel el miércoles, declaró que Estados Unidos "va a estar con vosotros". Pero instó a los israelíes a distinguir entre palestinos y Hamás, y a minimizar las víctimas civiles.
"La gran mayoría de los palestinos no son de Hamás", dijo. "El pueblo palestino también está sufriendo mucho".
Paul dijo que se había encontrado con otros dilemas mientras trabajaba en asistencia militar dentro del Departamento de Estado, pero que siempre había sentido que podía "torcer las cosas en la dirección correcta". No así esta vez, que fue la principal razón por la que dimitió, dijo.
"No hay cuestionamiento en este caso. No hay espacio para la disidencia sustantiva dentro del sistema. Y eso es lo que me llevó a tomar mi decisión", dijo. Dijo que no hubo ningún momento precipitante que le llevara a dimitir el miércoles, sino simplemente la sensación de ser partícipe de una serie de decisiones con las que no estaba de acuerdo y en las que se sentía impotente para influir.
Aunque la Oficina de Asuntos Político-Militares del Departamento de Estado también ha desempeñado un papel importante en las transferencias de armas a Ucrania tras la invasión rusa del año pasado, la formación académica y la carrera de Paul se han entrelazado durante mucho tiempo con Israel y los territorios palestinos. Escribió su tesis de máster sobre la lucha antiterrorista israelí y los derechos civiles, y trabajó en Ramala, Cisjordania, en la gobernanza del sector de la seguridad con la Autoridad Palestina. Y, en su carta de dimisión, dijo tener "profundos lazos personales con ambas partes del conflicto".
Paul dijo que había pasado la semana pasada de baja planificada de antemano, lo que le dio más espacio para observar lo que ocurría desde fuera y contemplar su decisión. Desde que anunció públicamente su dimisión en una declaración de dos páginas colgada en LinkedIn, dijo que había recibido muchas muestras de apoyo de colegas del Departamento de Estado.
"Lo que he oído es: 'Gracias', 'Estamos contigo', todo ese tipo de cosas", dijo.
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Historia por Michael Birnbaum
Un funcionario del Departamento de Estado que trabajaba en transferencias de armas a potencias extranjeras dimitió el miércoles por la gestión de la administración Biden del conflicto en Israel y Gaza, declarando que no podía apoyar más ayuda militar estadounidense a Israel y calificando la respuesta de la administración de "reacción impulsiva" basada en la "bancarrota intelectual".
El funcionario, Josh Paul, era director de asuntos públicos y del Congreso en la Oficina de Asuntos Político-Militares del Departamento de Estado, que se ocupa de las transferencias de armas. Su marcha supone una rara muestra de malestar interno por el firme apoyo de la administración a Israel, el aliado más cercano de Estados Unidos en Oriente Próximo. En términos más generales, fue una inusual muestra pública de disidencia dentro del aparato de política exterior del Presidente Biden, que ha trabajado para evitar que tales expresiones de frustración salgan a la luz.
Paul llevaba más de 11 años en su puesto, que coordina las relaciones con el Congreso y los mensajes públicos de una oficina clave que se ocupa de la ayuda militar. Dijo que no podía consentir continuar en un trabajo que, según él, contribuía a la muerte de civiles palestinos.
Paul afirmó que la sólida ayuda militar estadounidense a Israel estaba dando de hecho luz verde al país para hacer lo que quisiera contra Gaza, sin tener en cuenta el número de víctimas civiles. El gobierno israelí ha declarado que planea destruir a Hamás y ha dicho a los residentes de la ciudad de Gaza y del norte de Gaza que se desplacen hacia el sur, una petición que los observadores de la ONU han declarado que creará un desastre humanitario.
El Departamento de Estado se negó a hacer comentarios, citando la política de discutir asuntos de personal. El Secretario de Estado, Antony Blinken, ha pasado la última semana recorriendo Oriente Próximo en un intento de crear apoyo regional al derecho de Israel a defenderse y evitar una guerra regional, pero también de presionar a Israel para que respete las preocupaciones humanitarias en Gaza.
Biden, de visita en Israel el miércoles, declaró que Estados Unidos "va a estar con vosotros". Pero instó a los israelíes a distinguir entre palestinos y Hamás, y a minimizar las víctimas civiles.
"La gran mayoría de los palestinos no son de Hamás", dijo. "El pueblo palestino también está sufriendo mucho".
Paul dijo que se había encontrado con otros dilemas mientras trabajaba en asistencia militar dentro del Departamento de Estado, pero que siempre había sentido que podía "torcer las cosas en la dirección correcta". No así esta vez, que fue la principal razón por la que dimitió, dijo.
"No hay cuestionamiento en este caso. No hay espacio para la disidencia sustantiva dentro del sistema. Y eso es lo que me llevó a tomar mi decisión", dijo. Dijo que no hubo ningún momento precipitante que le llevara a dimitir el miércoles, sino simplemente la sensación de ser partícipe de una serie de decisiones con las que no estaba de acuerdo y en las que se sentía impotente para influir.
Aunque la Oficina de Asuntos Político-Militares del Departamento de Estado también ha desempeñado un papel importante en las transferencias de armas a Ucrania tras la invasión rusa del año pasado, la formación académica y la carrera de Paul se han entrelazado durante mucho tiempo con Israel y los territorios palestinos. Escribió su tesis de máster sobre la lucha antiterrorista israelí y los derechos civiles, y trabajó en Ramala, Cisjordania, en la gobernanza del sector de la seguridad con la Autoridad Palestina. Y, en su carta de dimisión, dijo tener "profundos lazos personales con ambas partes del conflicto".
Paul dijo que había pasado la semana pasada de baja planificada de antemano, lo que le dio más espacio para observar lo que ocurría desde fuera y contemplar su decisión. Desde que anunció públicamente su dimisión en una declaración de dos páginas colgada en LinkedIn, dijo que había recibido muchas muestras de apoyo de colegas del Departamento de Estado.
"Lo que he oído es: 'Gracias', 'Estamos contigo', todo ese tipo de cosas", dijo.
Este es el tipo de selección natural que se está produciendo en las altas esferas. El sistema está tan podrido que las personas medio decentes terminan marchándose, pero alguien vendrá y lo reemplazará.
El problema principal es la corrupción de los dirigentes. Un pueblo "se comporta" como sus líderes. No es que todos sean iguales, pero se van seleccionando a los afines.
Pero ese señor por lo menos podrá dormir en paz con su conciencia.
Un grano de azúcar que quedará disuelto en un mar de podredumbre. Pero gracias.
#2 Uno más que no quiere ser cómplice de genocidio o más literal descuartizar niños a bombazos, todo mi apoyo como no puede ser menos en cualquiera con algo de humanidad, el resto no se diferencia en nada de los que mantenía los hornos encendidos para masacrar mujeres y niños
Es una novedad inaudita en la política exterior de EEUU, esta despreocupación por la vida de civiles. Espero que tomen nota de esta dimisión y Estados Unidos vuelva a la senda de la defensa de los derechos humanos, que es lo que les caracteriza y lo que anima a la gente a trabajar en el Departamento de Estado.
#3 Joder que bien te queda “Espero que tomen nota de esta dimisión y Estados Unidos vuelva a la senda de la defensa de los derechos humanos, que es lo que les caracteriza y lo que anima a la gente a trabajar en el Departamento de Estado.” Jamas se carecteriza por esto, la historia de EEUU es justamente la contraria matar y arrasar con quien sea por un beneficio económico y si algo, alguna vez , ha salido bien, ha sido por que y como en todas partes, hay gente buena, gente que no comulga con las atrocidades cometidas por un gobierno apoyado por gente a la que le come el odio y la avaricia
#3 El departamento de estado está para defender los intereses de EEUU. La narrativa de los derechos humanos es mas una herramienta de legitimación de sus actos que la misión en si. Pero la disonancia cognitiva tiene un límite
La historia se repite:
https://cdn1.newsner.com/attachments/images/000/215/556/newsner_default/vagra600.jpg?1464275644
Añado un envío en castellano que han hecho posteriormente a este envío
Un alto cargo de la Administración Biden dimite por el apoyo estadounidense a Israel
Un alto cargo de la Administración Biden dimite po...
eldiario.esUna oportunidad para recordar a otro héroe que se la jugo en nombre de la humanidad
https://en.wikipedia.org/wiki/Mordechai_Vanunu
Mordechai Vanunu (Hebrew: מרדכי ואנונו) is an Israeli former nuclear technician and peace activist who, citing his opposition to weapons of mass destruction, revealed details of Israel's nuclear weapons program to the British press in 1986. He was subsequently lured to Italy by the Israeli intelligence agency Mossad, where he was drugged and abducted. He was secretly transported to Israel and ultimately convicted in a trial that was held behind closed doors
Uno como principios morales,esperemos que los Españoles por lo menos se callen y no sean hipócritas.
Qué tipo tan ingenuo, esas armas son para democratizar a la vez que garantizar la seguridad de los seres de luz, no tienen por objeto matar civiles, ya lo hemos visto en otros conflictos.