Para la mayoría, la estancia en el aeropuerto es una obligación engorrosa, agravada con las cada vez más estrictas medidas de seguridad. Para otros un aeropuerto sigue siendo una aventura, una oportunidad de ver y hacer algo distinto, un sitio capaz de provocar mariposas en el estómago. Para algunos elegidos el aeropuerto es su lugar de trabajo, su obra, su oficina. Y para unos cuantos desafortunados, el aeropuerto es su casa, el lugar donde duermen, o incluso donde viven todo el día.
Comentarios
Segunda parte en http://fronterasblog.com/2015/10/29/diez-personas-que-vivieron-en-un-aeropuerto-segunda-parte/
El número 6 es ... Hiroshi Nohara!!