Un panorama de amplia incertidumbre rodea a la guerra en Siria. La posibilidad de su desintegración como nación y la validación del terrorismo como herramienta política eficaz, han surgido como constataciones ineludibles. De cumplirse estos objetivos, con el tiempo, la historia a secas, relatará que después de seis o siete años de guerra, una fuerza terrorista inyectada desde afuera derrocó un gobierno, destruyó un estado y desintegró una nación.
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El articulista plantea algo interesante: entendiendo que no era una democracia lo que sí era Siria era un país estable en el inmenso guirigay que hay montado allí. Y no más autoritario, desde luego, que Arabia Saudí o Kuwait, monarquías medievales gobernadas según la interpretación más dura del Corán.
Ahora se ha ido todo a la mierda y tenemos un escenario aún peor del que había. Assad ahí sigue y los que querían derrocarlo se ha demostrado con el tiempo que eran aún peores que él.
"Lo que también está en juego es la crisis internacional que se respira a través del incremento de las acciones terroristas contra Siria y al constatar también la incapacidad o falta de voluntad política de Naciones Unidas y otros organismos del internacionalismo, para impedirlo."
¡A ver! ni incapacidad ni falta de voluntad ... son los EEUU y sus amigos o mas bien subditos de la OTAN los que no soportan a ningún pais que no puedan controlar a traves de gobernantes títeres y por eso el desastre de Irak y ahora este como antes lo fué Libia y Cuba.
Los que antes se llamaban golpistas ahora se llaman terroristas. Este tipo de cosas son más viejas que andar y los yanquis les encanta. Cierto es que está gente han usado y usan tácticas terroristas y que tienen un nivel de locura sorprendente pero son un ejército que se ha enfrentado en batalla a ejércitos.
Israel al acecho