Me levanto cualquier día. Desayuno y abro ordenador y teléfono. (...) Tengo más de 100 mensajes hoy. Leo los primeros: Tú solo puedes estar con los cerdos, subnormal perdida, además de ladrona y barriobajera. Puta verbenera, podrías tener un mínimo de honradez personal, pero ya está claro que eso es mucho para ti, te queda muy grande. ¡Directora ni de tu coño, deberías estar muerta, Gimeputa, Gime,puta, Gimenoche, Gimeanaza! (...)
Spam de Beatriz Gimeno, la chalada que es capaz de decir todas estas sandeces:
Pues lo siento, no voy a ser partícipe de dar voz a una chalada que lo uno que no esconde su misandria y su única función es el enfrentamiento entre sexos.
Supongo que la historia va, mas que de machismo, de lo gratis que sale insultar en redes. Si la amenaza de esta índole estuviera penada, seas del género que seas, otro gallo cantaría. Transmitir mi solidaridad y apoyo a esta persona, no debe ser fácil vivir con ese tipo de acoso a diario.
Pues muy mal, yo tengo una opinión nefasta de esta mujer y de sus ideas, pero los insultos, las amenazas y el acoso NUNCA JAMÁS están justificados, mi apoyo para ella.
Si invirtieran su energía en escribir un libro en vez de insultos saldrían de la fosa séptica donde han sido educados.
Dicho esto, como viejo internetero digo mi opinión sobre porque ella debería sonreír.
Alguien la odia tanto, como para buscarla en redes sociales, encontrarla y escribir media hora de insultos (si, se escribe más lento que se lee)
La vida es tiempo, y el tiempo la moneda más valiosa de todas, nosotros decidimos donde invertirlo o donde no.
Alguien movido por el odio ha invertido media hora en vomitar odio, ella, menos de 5 minutos en leerlo, si lo ne afecta, ha ganado. Le ha robado media hora de vida a un ser irrelevante, yo al menos sonreía y pensaría "puto imbécil" antes de olvidarlo para siempre.
Comentarios
Cuando personas con esas ideas y lenguaje te insulta, algo debe de hacer bien.
Si no tenemos claro que independientemente de tus ideas no debería nadie amenazarte ni insultarte mal vamos.
#5 jajajaja has mentado la soga en casa del ahorcado. Aqui hay miles de insultos por dia a las ideologias contrarias y sus politicos.
Vaya parece que el machismo desaparece... y la educación mejora.
#1 Siempre va a haber gente desquiciada, eso es un hecho, y en un mundo que no para de crecer va a haber cada día más, aunque bajen en proporción.
Tampoco vamos a quemar el mundo por ello.
Spam de Beatriz Gimeno, la chalada que es capaz de decir todas estas sandeces:
Pues lo siento, no voy a ser partícipe de dar voz a una chalada que lo uno que no esconde su misandria y su única función es el enfrentamiento entre sexos.
Supongo que la historia va, mas que de machismo, de lo gratis que sale insultar en redes. Si la amenaza de esta índole estuviera penada, seas del género que seas, otro gallo cantaría. Transmitir mi solidaridad y apoyo a esta persona, no debe ser fácil vivir con ese tipo de acoso a diario.
Vaya panda de valientes, soltando toda esa verborrea de insulto adolescente desde su guarida de fracaso y amarguras.
Naturalmente ahora salen los equidistantes del "todos son iguales".
Pues muy mal, yo tengo una opinión nefasta de esta mujer y de sus ideas, pero los insultos, las amenazas y el acoso NUNCA JAMÁS están justificados, mi apoyo para ella.
Esos insultos dan para Nobel de literatura.
Si invirtieran su energía en escribir un libro en vez de insultos saldrían de la fosa séptica donde han sido educados.
Dicho esto, como viejo internetero digo mi opinión sobre porque ella debería sonreír.
Alguien la odia tanto, como para buscarla en redes sociales, encontrarla y escribir media hora de insultos (si, se escribe más lento que se lee)
La vida es tiempo, y el tiempo la moneda más valiosa de todas, nosotros decidimos donde invertirlo o donde no.
Alguien movido por el odio ha invertido media hora en vomitar odio, ella, menos de 5 minutos en leerlo, si lo ne afecta, ha ganado. Le ha robado media hora de vida a un ser irrelevante, yo al menos sonreía y pensaría "puto imbécil" antes de olvidarlo para siempre.
Contra el insulto, educación