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Taiji, la ciudad japonesa famosa por las matanzas de delfines podría establecer una granja marina donde criarlos después de que zoos y acuarios decidieran dejar de comprar a estos animales capturados en la naturaleza, pero no tiene planeado parar la controvertida cacería, según declaraciones de su alcalde este jueves. (traducción en el primer comentario)

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Una ciudad japonesa famosa por las matanzas de delfines podría establecer una granja marina donde criarlos después de que zoos y acuarios decidieran dejar de comprar a estos animales capturados en la naturaleza, pero no tiene planeado parar la controvertida cacería, según declaraciones de su alcalde este jueves.

El puerto pesquero de Taiji, el sitio donde tiene lugar la cacería anual vista en el documental The Cove, ganador de un Oscar en 2009, podría sufrir una disminución de ingresos debido a la decisión del miércoles, que funcionarios japoneses han dicho que se ha tomado en respuesta a la presión extranjera.

La decisión de los zoos y acuarios japoneses ha tenido lugar después de que la Asociación Mundial de Acuarios amenazara a Japón con expulsarlos a menos que pararan de comprar delfines de Taiji. Esto podría significar que Japón perdiera el acceso a animales de zoo como elefantes o jirafas de otros países.

En 2013, 1.239 delfines fueron capturados en la caza de Taiji, según la Agencia de Pesca. La mayoría de ellos fueron sacrificados por su carne, pero 172 fueron vendidos con vida, sobre todo en el extranjero, a un precio de al menos $8.200 cada uno.

El alcalde Kazutaka Sangen dijo a los periodistas que la ciudad estaba considerando la creación de un centro de cría de delfín cerrando una sección de una cala, al parecer con el objetivo de recuperar los clientes que quieren comprar animales vivos.

"Tenemos la intención de proteger a nuestros pescadores, que tienen autoridad tanto de la nación como del gobierno local", dijo Sangen, haciendo hincapié en la tradición de la caza.

"Creemos que podemos convertirnos en el principal proveedor del mundo. Creo que en 10 años nuestra ciudad habrá cambiado su papel en todo esto."

A pesar del intento de desarrollar el negocio de animales vivos, la caza todavía seguiría, dijo.

"Mi justificación es que el gobierno reconoce las capturas y también lo hace la prefectura," añadió Sangen. "No hay absolutamente nada de malo."