Cuando Richard Preston publicó Zona caliente en 1994 en EE. UU. seguramente no adivinaba que este libro volvería a convertirse en un bestseller veinte años después. El autor, especializado en temas científicos, trataba en aquel entonces de alumbrar sobre el virus del ébola, todo un desconocido, a través de los hechos reales sucedidos en 1989 en la Casa de los Monos de Reston, cerca de Washington D.C, donde centenares de primates fueron infectados y el ejército estuvo a punto de dar la voz de alarma nacional por riesgo para la salud pública.
Comentarios
Pues si esos no tenían mucha idea y eran científicos, mejor no imaginarse a Ana Mato, que no tiene ni puta idea y es gilipollas.
Los "científicos" que se enfrentaron al ébola (sin tener (mucha) idea (del virus))