El hasta ahora consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Jesús Sánchez Martos, ha sido elegido este lunes para ocupar la Dirección de la Fundación para el Conocimiento Madri+d, dependiente de la Consejería de Educación. El nombramiento llega dos días después de conocerse la remodelación del Gobierno de Cristina Cifuentes, asegurando que Sánchez Martos había salido "a petición propia". El hasta ahora director de Madri+d, Federico Morán, ha presentado este lunes su renuncia, por motivos personales.
Comentarios
Uy, a una fundación...
¿Cuándo se va a echar mano a esas fundaciones que solo sirven para seguir robándonos?
Me emociona esta gente que dedica su vida al servicio de la sociedad... Por un módico salario y sin cansarse demasiado, eso sí.
#1 80.000 euros al año en su nuevo puesto de vital importancia para la economía madrileña, por concretar.
A mi si me ofrecen 80.000€ al año tambien me iria por voluntad propia
#8 luego está el otro extremo, el que no va encorbatado, va desaliñado y ojeroso de un lado a otro con un portatil lleno de pegatinas y/o vinilos, que en 50 metros de pasillo camino de una reunión le paran 7 compañeros para preguntarle como pueden resolver sus miserables vidas, que todo el mundo sabe que hace de todo y que realmente cuando les echan en la reducción de personal, se dan cuenta de que eran imprescindibles.
¿Y qué va a hacer exactamente?
#6 lo de antes en otro lao, rascarse las pelotas hasta dejárselas en carne viva.
Pululará por un despacho diciéndole a gente que sabe lo que hace lo que quiere hacer él que no tiene ni puta idea.
Porque en un país civilizado contratas a gente que sabe para que te diga como hacer las cosas y en España contratas a estos inútiles, para que le digan a gente que sabe, como tienen que hacer las cosas.
Y la diferencia de salario entre el que rema y el que te dice que remes dirección a la catarata suele estar en un cero a la derecha de diferencia.
#7 Veo que usas el verbo pulular en el mismo contexto que hago yo siempre. Lo que hacen los que van por la oficina todos encorbatados y con aspecto de apresuramiento e imprescindibilidad, con unas hojas y un boli en la mano, o un portátil, que parezca que depende la oficina de ellos, y nadie sabe lo que hacen exactamente, pero cuando hay reducciones de personal o cualquier cosa negativa siempre salen a flote y medran. Esos son los pululantes.
Siendo del PP, la pasta no es ningún problema.