En su primer día en el trabajo, Adau se dio cuenta de que había cometido un grave error. "Recibimos nuestros uniformes, sin saber exactamente qué era lo que íbamos a hacer. Desde el primer día en el trabajo nos llevaron a la fábrica de drones. Entramos y vimos drones por todos lados y gente trabajando. Luego nos llevaron a nuestras diferentes estaciones". Adau, una mujer de 23 años y originalmente de Sudán del Sur, afirma que el año pasado fue atraída a ir a la Zona Económica Especial de Yelábuga, en la República de Tartaristán, Rusia, bajo....
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