Hace 5 años | Por Ruador a cadenaser.com
Publicado hace 5 años por Ruador a cadenaser.com

Desde hace 40 años, estos fármacos -llamados betabloqueantes- se prescriben a quienes han sufrido un infarto agudo de miocardio porque ayudan a reducir arritmias. Se consumen de por vida y tienen efectos secundarios como la fatiga crónica o la disfunción eréctil, pero sus beneficios para todos los tipos de infartos ya no están claros. Este proyecto público del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) que echó a andar en noviembre y que se presenta este jueves, pretende demostrar

Comentarios

O

Los cardiólogos se empiezan a hacer mayores y no toleran los efectos secundarios de que no se les ponga dura. No tiene que ver nada con la eficacia o no de la pastilla contra la reducción de arritmias.

Martirios19

#1 jajajajajjajaja

Ruador

#1 Cardiólogos pollaviejas¡¡¡

janatxan

No pasa nada, pronto recibirán una visita de sus representantes comerciales de cabecera para aclararles las ideas y conseguir que dejen de dar por culo a la farmacéutica, si total, la gente se va a morir igual un dia u otro.

Mateila

#8 Nivel de evidencia Jajjaajaj. Apaga la luz al salir, por favor.

P

Poco se habla de la cantidad ingente de medicamentos recetados sin una base sólida...

Mateila

#5 No confundamos la indicación de medicamentos para los que existe una evidencia limitada, pero razonable, de beneficio, con la indicación de medicamentos inadecuados. Lo que haces es sugerir que se indican medicamentos por razones espúreas, diferentes al interés del paciente, o directamente contrarias, y eso simplemente no sucede.

P

#6 que no sucede? Jajjaajaj
Un ejemplo bruto: la talidomida, fue tan salvaje el tema que rápidamente se vieron consecuencias, pero cuantos medicamentos más no habrá que sean directamente perjudiciales a medio y largo plazo y no se haya detectado (o la farmacéutica no lo haya hecho público?)

Mateila

La cuestión aquí es que el paradigma desde hace décadas es que el tratamiento del paciente con cardiopatía isquémica debe incluir betabloqueantes.

Lo que este estudio afirma, y que va a favor de evidencia previa reciente, es que el tratamiento con betabloqueantes solamente parece beneficiar a aquellos pacientes con cardiopatía isquémica establecida más disfuncion sistólica del ventrículo izquierdo.

O sea, que ya había estudios en este sentido que afirmaban lo mismo, pero lo bueno de éste es el tamaño de la cohorte, que da potencia y validez estadística a la conclusiones.

La evidencia previa se derivaba de estudios postinfarto relativamente antiguos, la mayoría de ellos previos a las modernas técnicas de revascularización o tratamientos médicos avanzados, y también de ensayos clínicos para la insuficiencia cardiaca. Sus conclusiones se habían extrapolado ampliamente a los pacientes con cardiopatía isquémica e incluso a pacientes de alto riesgo de enfermedad coronaria pero sin cardiopatía isquémica establecida.

Por otra parte, el uso fundamental de los betabloqueantes no es como antiarrítmico, como sugiere el artículo, sino como antianginoso. Y, para acabar, hoy en día ya se tiende a prescribir betabloqueantes sólo a aquellos pacientes que este estudio sugiere que se benefician, de acuerdo a lo que sugiere el estudio, y lo que sucede es que este trabajo sigue aportando evidencia a favor de la práctica clínica moderna, que se irá generalizando.

A

#7 interesante.. aqui un consumidor habitual.. habrá que preguntar...