Los empleados públicos de la Justicia han encontrado el punto débil del ministro Rafael Catalá, su talón de Aquiles. Han aprovechado muy bien las circunstancias por las que atraviesa dicho servicio público para revalorizar su fuerza de trabajo y apretarle las clavijas al máximo responsable gubernamental del funcionamiento de la Administración de Justicia. El ministro ha cedido, no por la aparición de un caso de fuerza mayor, sino por su falta de previsión de las consecuencias de unos sucesos anunciados (y en su mayor parte por él mismo programa
Comentarios
Voy a hacer de abogado del diablo. Conozco ciertas personas que trabajan en justicia. Y es vergonzoso la resistencia al cambio de ese sector. Da igual que les pongan 20 sistemas y tres millones de ordenadores. En general no les sale de las pelotas desligarse del papel.
#2 Yo doy de fe de lo que has dicho. Jueces que decían que no les funcionaba el sistema e ibas a su despecha y no tenían ni ratón.
#2 Mi padre trabaja en justicia y lo que me comenta es que el mayor problema es que cada comunidad va por su cuenta con la informatización de la justicia con sistemas incompatibles entre sí. Por poner un ejemplo, el tribunal supremo sí que utiliza LEXNET, pero la audiencia provincial de Madrid usa un sistema informático totalmente distinto e incompatible con LEXNET aún estando físicamente en la misma provincia.
El problema es que está mal planteado desde el principio, y por lo menos a día de hoy sigue siendo más rentable mantener el papel que desarrollar un sistema informático común para cada comunidad.
#5 En general, no interesa que la justicia funcione. Es así de triste y sencillo.
Suma y sigue, entre las noticias de corrupción de hoy y las de incompetencia y las de hechos de subnormales profundos , le espera una semanita superguay al pp.
Espero que se encuentren muy a gusto todos los votantes que volvieron a votar al pp. Animo campeones, os habeis cubierto de gloria pringaos
Que preparen las maletas los peperos y peperas, que vienen 40 años en el desierto.