Hace 1 año | Por MiguelDeUnamano a eldiario.es
Publicado hace 1 año por MiguelDeUnamano a eldiario.es

En su obra de 1945, La sociedad abierta y sus enemigos, escrita durante la Segunda Guerra Mundial, el filósofo Karl Popper explicaba la hoy muy conocida paradoja de la tolerancia según la cual si no ponemos límites a los intolerantes, acabarán con la tolerancia, es decir, con las democracias y sus libertades. Es una obviedad que estamos reviviendo en este inicio de siglo después de sufrirla a mediados del siglo anterior con el auge del nazismo y el fascismo.

Comentarios

MiguelDeUnamano

"Siempre será uno de los mejores chistes de la democracia el que proporcionó a sus enemigos mortales los medios por los que fue destruida. Los dirigentes perseguidos del NSDAP se convirtieron en diputados parlamentarios y adquirieron con ello la inmunidad parlamentaria, asignaciones y billetes gratuitos para viajar. Pasaron así a estar a salvo de la intervención policial, pudieron permitirse decir más que el ciudadano corriente y, aparte de eso, tuvieron pagados por el enemigo los costes de su actividad. Se puede obtener un magnífico capital a costa de la estupidez democrática. Los miembros del NSDAP comprendieron eso inmediatamente y les produjo una enorme satisfacción."

Cita de Joseph Goebbels, La llegada del Tercer Reich, Richard J. Evans.

D

#1 mala interpretación Popper. Para él el autoritario serías tú.

Batalla

Intolerantes son los que cancelan, buscan aislamientos y hacen cordones sanitarios. No los que expresan ideas que motivan esa intolerancia. Hoy Popper tendría claro que esos, los de siempre, que hablan de tolerancia dia y noche pero no la aplican, porque se creen superiores y el faro de "la gente", son completamente intolerantes y buscan contagiar cuanta más sociedad mejor.

D

#4 callate facha! Quieres que te cancelemos por el bien de la democracia?

Elduende_Oscuro

La paradoja de Popper en su palabras que no se ajustan muy bien al meme de la "izquierda":

"Menos conocida es la paradoja de tolerancia: La tolerancia ilimitada debe conducir a la desaparición de la tolerancia. Si extendemos la tolerancia ilimitada aun a aquellos que son intolerantes; si no nos hallamos preparados para defender una sociedad tolerante contra las tropelías de los intolerantes, el resultado será la destrucción de los tolerantes y, junto como ellos, de la tolerancia. Con este planteamiento no queremos significar, por ejemplo, que siempre debamos impedir la expresión de concepciones filosóficas intolerantes; mientras podamos contrarrestarlas mediante argumentos racionales y mantenerlas en jaque ante la opinión pública, su prohibición sería, por cierto, poco prudente. Pero debemos reclamar el derecho de prohibirlas, si es necesario por la fuerza, pues bien puede suceder que no estén destinadas a imponérsenos en el plano de los argumentos racionales, sino que, por el contrario, comiencen por acusar a todo razonamiento; así, pueden prohibir a sus adeptos, por ejemplo, que prestan oídos a los razonamientos racionales, acusándolos de engañosos, y que les enseñan a responder a los argumentos mediante el uso de los puños o las armas. Deberemos reclamar entonces, en nombre de la tolerancia, el derecho a no tolerar a los intolerantes. Deberemos exigir que todo movimiento que predique la intolerancia quede al margen de la ley y que se considere criminal cualquier incitación a la intolerancia y a la persecución, de la misma manera que en el caso de la incitación al homicidio, al secuestro o al tráfico de esclavos."

D

Todos (ejem) sabemos quiénes son, y quiénes los alimentan. Si los 'liberales' llegaron a un pacto (al comienzo negando la evidencia) y pusieron un "cordón sanitario" al PsoE (¡Al PsoE!) y durante cuarenta años han prostituido la democracia escándalo tras escándalo, ahora no pueden hacer como si acabaran de de aterrizar.

El auge fascista tiene una explicación, otra cosa es que sus allanadores nos quieran convencer de que ahora son la solución a este.

Demócratas todos, dentro de un orden.

hasta_los_cojones

De hecho, los intolerantes están acabando con la tolerancia.

Pero intolerantes soj quienes usan la violencia para imponer sus ideas.

s

acusa como totalitario a Platón, Hegel y Marx,