Hace 13 días | Por Pozitronico a xataka.com
Publicado hace 13 días por Pozitronico a xataka.com

Hace dos días Paulo Roberto Braga, un brasileño de 68 años, entró en una oficina del banco Itaú de Río de Janeiro acompañado por su sobrina Érika para retirar un préstamo de 17.000 reales, 3.000 euros al cambio. Hasta ahí nada raro. El hombre no pasaba por su mejor momento, había sufrido hacía poco una grave neumonía y se desplazaba en una silla de ruedas empujada por Érika. El problema, como no tardó en comprobar el personal de la sucursal bancaria, es que nada en esa escena era lo que parecía. Paulo era un cadáver.

Comentarios

P

...Y aunque Érika no paraba de hablar con él, le regañaba e incluso llegó a ponerle un bolígrafo en la mano para que firmase el préstamo, el hombre llevaba horas muerto.

manbobi

#1 Es dupe

P

#4 ¿Con cuála?

mecheroconluz

«Herencia mortal» Próximamente en la sobremesa de Antena 3.

zimmer

Está en una edad muy tonta.

Plumboom

El no ya lo tenía. Solo era cuestión de tener la suerte de encontrar en el banco a un tipo más tonto que ella.
Pero no fue así.....

QAR

Ni en una peli de los hermanos Zucker.

GuillermoBrown

La realidad siempre supera a la ficción.
Y la frase : "Él es así, no dice nada", es de película cómica, sería de antología del cine.
Quedaria bien junto a:
"Nadie es perfecto"
"Un admirador, un amigo, un esclavo, un siervo"
"Pues yo creo que me voy a sacar la chorra".
Y mil más.