La primera vez que vi a un muerto de bala fue a finales del año 2007, en la 7ª avenida de Ciudad de Guatemala, desde el coche, cuando volvía del trabajo. Frente a la Tipografía Nacional siempre se forma un atasco de entrada a la ciudad vieja y dos motoristas aprovecharon el momento para descargar una pistola en la cabeza de la conductora del auto que estaba en la fila delantera, a mi derecha.
Es cierto que se lo merecen, que son mafiosos sin escrúpulos y que quien siembra vientos recoge tempestades, pero de ahí a alegrarse por un asesinato va un trecho.
Al final su gran victoria va a ser deshumanizar la sociedad.
Comentarios
Y en el fondo se trata de eso: que no nos quiten lo que tenemos de humanos, la capacidad de compadecernos del otro. Porque si no, estamos jodidos.
Artículo bien escrito, con verdades, y con historias... Espero que llegue a portada.
Lo que ha escrito el autor representa lo que muchos sentimos ayer. Una reflexión clara y cívica, de gran altura moral.
Muy buen artículo.
Es cierto que se lo merecen, que son mafiosos sin escrúpulos y que quien siembra vientos recoge tempestades, pero de ahí a alegrarse por un asesinato va un trecho.
Al final su gran victoria va a ser deshumanizar la sociedad.