Donald Trump ha amenazado con prohibir "Antifa" como organización terrorista. Pero se puede prohibir un conjunto de ideas. Mientras nos enfrentemos a la amenaza de una derecha autoritaria y violenta, el antifascismo seguirá siendo una fuerza esencial.
Hubo un tiempo, en el que si decía a alguien que en EEUU hay organizaciones comunistas o anarquistas no me hubieran creído. O al menos me decían que eran cuatro viejos de cuando existía el PC en los años 40.
Pero algo ha cambiado, algo ha ido cambiando lentamente. Ahora resulta que "pequeños" grupos de anti fascistas son una amenaza. La ventana de Overton se ha ampliado considerablemente en todo occidente y cosas que hace un par de décadas se hubieran considerado imposibles ahora pueden suceder, y la historia se está acelerando.
A veces tras la apariencia de una calma social puede ocurrir que cualquier incidente provoque eventos que escapan del control del poder establecido. Como cuando en Polonia el régimen estalinista quiso detener a un sacerdote católico y eso provocó una revolución que además se extendió acabando con todo el bloque estalinista, o como cuando en Tunez un vendedor ambulante se prendió fuego a lo bonzo. Como en un bosque seco en verano cualquier chispa puede provocar un incendio forestal en EEUU un pequeño acto racista ha provocado una enorme explosión social.
La causa es un proceso conocido como "degeneración orgánica del sistema capitalista". Aunque Julio Anguita tenía su propia verborrea y lo llamaba crisis de civilización. Se llame como se llame, esta crisis no solo abarca a la economía, donde parece que los estados cada vez tienen menos y menos dinero y todos los servicios úblicos sufren de continuos recortes. También abarca muchos otros aspectos tales y como la degradación de todo lo que es el mundo de la cultura y la ciencia y la ascensión de las supersticiones, las sectas religiosas, el misticismo y los bulos. Por ejemplo hoy, en pleno siglo XXI los científicos tienen que andar explicando con todo su arseñal de argumentos por que la tierra NO es plana.
Esa degeneración orgánica del sistema capitalista provocará una lumperización de amplios sectores de lo que antes era la clase trabajadora (o llámalo clase media si prefieres) y provocará un gran aumento de la delincuencia. Bandas organizadas invadirán nuestras calles que se volverán inseguras y la drogadicción se extenderá como una epidemia.
En ausencia de una organicación revolucionaria que lo cambie todo, lo que suele ocurrir es algo similar a lo que ocurre y ha ocurrido otras veces en EEUU, explosiones sociales. También se ha visto explosiones sociales en Francia y creo recordar que en Inglaterra.
Cuando eso ocurre, aparentemente los líderes políticos lejos de intentar calmar a la gente se comportan como pirómanos que avivan los ánimos. como Donald Trump que cada vez que abre la boca mete la pata o como aquel político frances que utilizó la palabra "gentuza" refiriendose a ciertos sectores sociales y provocó disturbios en los suburbios de Paris y otras ciudades de Francia.
Las explosiones sociales, el problema que tienen es que son fáciles de derrotar y da argumentos a la derecha más rancia. La derecha que receta la "mano dura" como medida para resolver todos los problemas. Mano dura es también lo que recetaba la derecha española en los años 20 y 30 del siglo XX y todos sabemos como acabó.
Por eso es necesario una unidad no sectaria de fuerzas de lzquierda para arrebatar el poder en las urnas a los sectores reaccionarios o incluso tratar de evitar que estos lleguen al poder.
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Hubo un tiempo, en el que si decía a alguien que en EEUU hay organizaciones comunistas o anarquistas no me hubieran creído. O al menos me decían que eran cuatro viejos de cuando existía el PC en los años 40.
Pero algo ha cambiado, algo ha ido cambiando lentamente. Ahora resulta que "pequeños" grupos de anti fascistas son una amenaza. La ventana de Overton se ha ampliado considerablemente en todo occidente y cosas que hace un par de décadas se hubieran considerado imposibles ahora pueden suceder, y la historia se está acelerando.
A veces tras la apariencia de una calma social puede ocurrir que cualquier incidente provoque eventos que escapan del control del poder establecido. Como cuando en Polonia el régimen estalinista quiso detener a un sacerdote católico y eso provocó una revolución que además se extendió acabando con todo el bloque estalinista, o como cuando en Tunez un vendedor ambulante se prendió fuego a lo bonzo. Como en un bosque seco en verano cualquier chispa puede provocar un incendio forestal en EEUU un pequeño acto racista ha provocado una enorme explosión social.
La causa es un proceso conocido como "degeneración orgánica del sistema capitalista". Aunque Julio Anguita tenía su propia verborrea y lo llamaba crisis de civilización. Se llame como se llame, esta crisis no solo abarca a la economía, donde parece que los estados cada vez tienen menos y menos dinero y todos los servicios úblicos sufren de continuos recortes. También abarca muchos otros aspectos tales y como la degradación de todo lo que es el mundo de la cultura y la ciencia y la ascensión de las supersticiones, las sectas religiosas, el misticismo y los bulos. Por ejemplo hoy, en pleno siglo XXI los científicos tienen que andar explicando con todo su arseñal de argumentos por que la tierra NO es plana.
Esa degeneración orgánica del sistema capitalista provocará una lumperización de amplios sectores de lo que antes era la clase trabajadora (o llámalo clase media si prefieres) y provocará un gran aumento de la delincuencia. Bandas organizadas invadirán nuestras calles que se volverán inseguras y la drogadicción se extenderá como una epidemia.
En ausencia de una organicación revolucionaria que lo cambie todo, lo que suele ocurrir es algo similar a lo que ocurre y ha ocurrido otras veces en EEUU, explosiones sociales. También se ha visto explosiones sociales en Francia y creo recordar que en Inglaterra.
Cuando eso ocurre, aparentemente los líderes políticos lejos de intentar calmar a la gente se comportan como pirómanos que avivan los ánimos. como Donald Trump que cada vez que abre la boca mete la pata o como aquel político frances que utilizó la palabra "gentuza" refiriendose a ciertos sectores sociales y provocó disturbios en los suburbios de Paris y otras ciudades de Francia.
Las explosiones sociales, el problema que tienen es que son fáciles de derrotar y da argumentos a la derecha más rancia. La derecha que receta la "mano dura" como medida para resolver todos los problemas. Mano dura es también lo que recetaba la derecha española en los años 20 y 30 del siglo XX y todos sabemos como acabó.
Por eso es necesario una unidad no sectaria de fuerzas de lzquierda para arrebatar el poder en las urnas a los sectores reaccionarios o incluso tratar de evitar que estos lleguen al poder.