Las autoridades de Alemania han dado un paso más contra la llamada "flota en la sombra" con la que se sospecha que Rusia transporta petróleo para evitar las sanciones internacionales. Desde el inicio de la invasión de Ucrania han sido múltiples las ocasiones en que países del norte de Europa han retenido barcos sospechosos de realizar estos transportes para Rusia, pero ahora Alemania directamente se ha quedado con el petrolero y con su cargamento de 100.000 toneladas de crudo valoradas en unos 40 millones de euros.
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