Hace 9 años | Por EnriqueS a otraspoliticas.com
Publicado hace 9 años por EnriqueS a otraspoliticas.com

Evidentemente, no es comparable el acto de votar a una persona con el del comandante que cede los mandos a su segundo, porque el viajero en un avión no puede hacer nada para interferir en el comportamiento del que le guía, pero sí me parece que es asimilable el ejercicio de fe que hace el pasaje de un avión, totalmente en manos del piloto, con el de una ciudadanía perezosa. Les votamos un día, nos fiamos de ellos y dejamos que piloten nuestras vidas sin plantearnos nada. Una vez entran en la cabina estamos totalmente en sus manos.

Comentarios

D

Un panadero también puede echarle veneno al pan, un picoleto lleva armas, o sea, estamos en las manos de todo el mundo que se ponga zumbado.

BillyTheKid

Demagogo: mezclar el accidente de un avión con el funcionamiento de nuestra democracia

E

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