Publicado hace 9 años por --36782-- a escolapublicagracia.wordpress.com

Estoy enseñando a mi hija decir adiós. No suelo ser directiva, pero esta vez tenemos que espabilar o llegamos tarde, porque nos echan del barrio. En Gràcia, 585 familias hemos ido al sorteo para pelearnos como hienas para las 500 plazas públicas, y tras el sorteo supimos que las últimas 85 familias no tendríamos plaza. Ninguno. Un 15%! De estas 85, más del 70% habíamos cometido el error de querer un proyecto innovador, y esto, si el número del sorteo no te favorece, se paga muy caro.

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Traducción Google:

Adiós, Barcelona

Estoy enseñando a mi hija a decir adiós. No suelo ser directiva, pero esta vez tenemos que espabilar o llegamos tarde, porque nos echan del barrio. Ya.

A veces hay cosas que no te tocan. No te toca la lotería, ni un viaje en globo, ni un jamón en la cual ... Que no te toquen cosas prescindibles es del todo esperable, pero esta semana he aprendido que también pueden no tocarte otras cosas y de mucho más dolorosas.

Quizás en otros lugares la escuela no se puede comparar con el jamón de una máquina. En Barcelona, sí.

Hay un porcentaje de las familias que participamos en el sorteo al que no nos toca ninguna de las diez -diez! - Escuelas que hemos pedido. Suceden dos cosas: la oferta pública no satisface la demanda de plazas públicas, y la diferencia entre la oferta y la demanda de plazas en proyectos innovadores es abismal.

Este año, en Gràcia, 585 familias hemos ido al sorteo para pelearnos como hienas para las 500 plazas públicas, y tras el sorteo supimos que las últimas 85 familias no tendríamos plaza. Ninguno. Un 15%! De estas 85, más del 70% habíamos cometido el error de querer un proyecto innovador, y esto, si el número del sorteo no te favorece, se paga muy caro.

El desajuste más exagerado en Barcelona se produce en los centros con propuestas metodológicas innovadoras y activas: el Universo (113 solicitudes para 50 plazas), Fructuoso Gelabert (81 por 50), Encantes (96 por 50 plazas, Congreso Indians (87 por 50), Fluvià (119 por 78) para dar cinco ejemplos de cinco distritos.

Son 496 solicitudes de este tipo de proyectos por 278 plazas. Barcelona tiene muchas familias -y cada vez más- que queremos educar desde otro lugar, y lo haremos, aunque tengamos que marchar de la ciudad.

Este año, en Gràcia, nadie había previsto que nuestros 85 hijos existen, viven en el barrio y quieren ir a la escuela pública. Qué digo nadie? El barrio lo sabía, y el padrón, y los centros, y las ampas, y las familias. Entonces? Parece que el único que no se ha dado por entendido de la existencia de nuestros ochenta y cinco hijos, aunque dispone de un departamento de Programación y apoyo a la Escolarización y que los datos indicaban que las cosas irían por ahí , es el Consorcio de Educación de Barcelona.

Solución? La misma receta de cada año: pongan unos cuantos "bolets (setas)" en la masa -este curso próximo, dos en Gracia y uno en la zona fronteriza de Huerta Guinardó-, acuéstese la masa con fuerza procurando que no se rompa -en lugar de 25 plazas por grupo, 26-, introduzca s en el horno y cierre rápidamente la puerta -así no tendrá que escuchar las voces de cuerpos docentes y familias, antiguas y nuevas-, si ve que la masa se hincha -hay familias aunque se estén quemando, protesten-, pinche con un tenedor y espere que vuelva a bajar; cuando vea que las "bolets" han cuajado, retire del horno y deje reposar -con el tiempo, los centros se resignarán porque nadie les ofrece otra alternativa y el miedo de las familias a quedarse sin una plaza cerca de su casa hará que una proporción importante marche hacia la concertada-. Lávese bien las manos y hala. Buen provecho. Luego que mi hija aprenda, lo diremos los tres a la vez: Adiós, Barcelona!